_
_
_
_
_

El consejo del Kursaal alcanza un pacto con las constructoras para acabar la obra el próximo marzo

El Palacio del Kursaal deberá estar finalizado el 31 de marzo de 1999, según consta en el acuerdo recientemente alcanzado entre su Consejo de Administración y las empresas constructoras y sellado con la actualización de las cuentas por precios contradictorios en la cantidad de 700 millones de pesetas. Este acuerdo significa, además, el cierre de una etapa negra en la obra civil del complejo cultural, marcada por el desconcierto en que sumió a todos los gremios el desplome de la escalera del foyer. En los dos próximos meses se iniciarán los trabajos en el interior.

Más información
"El proyecto tiene enemigos en todas las instituciones"

El acuerdo entre el consejo y las constructoras incluye también un aspecto decisivo para que las partes implicadas en el accidente de la escalera, del que aún se están discutiendo las responsabilidades, hayan podido reiniciar el trabajo con plena confianza mutua. Ambas partes han decidido encargar a un ingeniero neutral, el catedrático de Hormigón de Madrid Hugo Corres, que defina y calcule de nuevo la escalera volada según el mismo diseño realizado por el arquitecto Rafael Moneo. Al ingeniero se le ha encomendado el cálculo de los nuevos apoyos de la grandiosa escalera, que serán consensuados entre las partes. Los análisis se están haciendo de nuevo y, probablemente antes de un mes y medio, otra escalera será encofrada y construida con el mismo diseño que tenía antes. Estas iniciativas han permitido recuperar la moral y el ritmo de trabajo que se había demorado tras el impacto que el accidente produjo en el seno del Consejo de Administración del Kursaal y de las empresas constructoras. El desplome de la escalera generó entre los responsables de la dirección facultativa una gran incertidumbre respecto al resto de los elementos de la estructura y del hormigón. Decidieron volver a analizarlos y esta tarea ha supuesto una ralentización del ritmo de la obra, que quedó prácticamente paralizada en lo que concierne a las estructuras y al hormigón. Medios próximos al consejo consideran que la complejidad que contiene una obra de autor como el Palacio del Kursaal de Moneo, con diseños muy personales y realizados hasta el último detalle, no había sido suficientemente tenida en cuenta. "Ha habido incertidumbre con respecto a los detalles de autor", aseguran. Y ,añaden ,que este proceso de revisión se está realizando, no tanto por desconfiar en la estabilidad del edificio, sino ante la posibilidad de que los detalles "podían no haberse cuidado lo suficiente". En esta nueva revisión de la estructura y del hormigón que ancla los edificios en el solar, se ha decidido reforzar algunos elementos de la estructura con el fin de aportar mayores coeficientes de seguridad. Estas obras, que han consistido en consolidar las pantallas y los anclajes y en la ampliación del solar en el que se asientan los cubos, fueron la base de la discusión presupuestaria que las constructoras mantuvieron, paralelamente a los problemas técnicos, con el Consejo de Administración del Kursaal. Finalmente se ha resuelto con el acuerdo de un incremento en 700 millones sobre el precio de la licitación. De ellos, 300 son objetivables y sólo serán cobrados si se cumplen los objetivos del acuerdo, entre ellos el plazo de terminación de la obra, en marzo de 1999. En los dos próximos meses está previsto cerrar el edificio con el remate de la estructura de fachadas y la colocación de las placas de la cubierta americana.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_