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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Con buen pie

LOS MERCADOS financieros han apostado por el euro con unanimidad y una cierta dosis de euforia. En respuesta a la cumbre de Bruselas, todas las bolsas europeas experimentaron subidas importantes -Francfort ganó el 4%; Madrid, el 2,4%; Milán, el 4,3%, y París, el 2,4%-, mientras que los mercados de divisas mantenían firmemente las paridades fijadas el fin de semana, e incluso varias monedas, como el marco, la lira y la peseta, se fortalecían ligeramente respecto al dólar, el yen y la libra esterlina. De todas las respuestas a la tensa cumbre de Bruselas, los inversores europeos han elegido la que transmite un optimismo moderado, pero firme, y la que ofrece una interpretación más pragmática de las fuertes tensiones entre Alemania y Francia para nombrar un presidente del Banco Central Europeo (BCE).Ese pragmatismo de los mercados ha permitido soslayar rápidamente el enfrentamiento político entre los dos grandes de la construcción europea, dar por buenos el nombramiento con «fecha de caducidad» de Wim Duisenberg y su sustitución pactada el año 2002 por Jean-Claude Trichet, y superar la evidencia de que el acuerdo entre Kohl y Chirac «hizo primar la política por encima de los criterios económicos», que es la interpretación dominante entre los euroescépticos. La fragilidad política en el origen del BCE es real, y no es descartable que pase factura en el futuro. Pero la estabilidad de la moneda común europea depende fundamentalmente de la credibilidad que le otorguen los mercados y del rigor con que la máxima autoridad monetaria europea, se llame Duisenberg o Trichet, administre la política monetaria de la zona. La tenacidad de Kohl en defender a Duisenberg y la de Chirac en mantener la candidatura de Trichet puede leerse como una fisura política en el entendimiento franco-alemán; pero los mercados han dictaminado que, supuesta la plena identificación de ambos con el rigor monetario, el pacto en torno a su nombramiento refuerza la credibilidad del BCE, al menos durante 12 años (los cuatro de Duisenberg más los ocho de Trichet).

Más información
Las bolsas dan su apoyo al euro con subidas generalizadas

Además de disipar momentáneamente la sombra de una supuesta fragilidad en la gestión del BCE, la matizada euforia de las bolsas y de los mercados financieros europeos puede interpretarse también como un mentís en el corto plazo al pesimismo de algunos analistas estadounidenses respecto al futuro del euro. La moneda europea ha sido recibida con confianza y satisfacción por los inversores. Quizá sea excesivo asegurar, como suponen algunos optimistas, que en el plazo de 10 años quedarán en el mundo dos grandes monedas, el dólar y el euro; pero, hoy por hoy, la moneda común europea está respaldada por bases económicas más sanas que el yen y más amplias e importantes que la libra.

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