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Entrevista:

''Los incas subieron a la montaña antes que los europeos''

Johan Reinhard, de 54 años, alpinista y antropólogo durante más de 30, es famoso por haber encabezado la expedición que descubrió en 1995 las tres momias incas congeladas, de más 600 años de antigüedad y encontradas a más de 6.000 metros de altitud, al sur de Perú Reinhard ha investigado las tradiciones y costumbres de las civilizaciones que se han asentado en la montaña. Ha viajado por Nepal, el Amazonas y Los Andes. Sus últimas inquietudes antropológicas están relacionadas con descubrir todo sobre la adoración divina que "todas las civilizaciones" han profesado a la montaña.Pregunta. Su hallazgo más conocido es la dama de Ampao, bautizada por la gente de la región como Juanita.

Respuesta. En la primera expedición, lo primero que encontramos fueron unas estatuillas envueltas en un plástico amarillo, lo que nos hizo sospechar que había algo más. Nos encontrábamos a unos 6.300 metros de altitud, rodeados de las cenizas que habían dejado las recientes erupciones del Nevado de Sabancaya, a sólo a unos metros del Nevado de Ampato. A Juanita la encontramos en el interior del cráter, a unos 60 metros de la cumbre más alta de la montaña, donde creemos que se encontraba su tumba. Cuando vi la cara de Juanita, disecada al haber estado expuesta al sol, me desilusioné. Pensaba que el resto del cuerpo se encontraba igual. Pero después descubrimos que la ropa y el resto de su cuerpo estaban completamente congelados y bien conservados.

P. ¿El regreso a Arequipa, con el cuerpo frágil de la momia, qué retos implicó?

R. Ya descubierta Juanita, la travesía para llegar hasta Arequipa, un pueblo de un millón de habitantes y donde está hoy el museo de la momia, fue agotadora. Cargamos con Juanit a a la espalda, en burro y en autobús. A las 64 horas, Juanita estaba en un congelador en Arequipa.

P. El regreso a la montaña, un mes después significó otro gran hallazgo.

R. En esta ocasión encontramos dos momias, una niña y un niño, de entre 10 y 14 años, al parecer sacrificados bajo un matrimonio simbólico. Ademas, encontramos en sus tumbas un conjunto de cerámica, el más importante de este tipo hallado in situ. Los sacrificios, según nuestras indagaciones, eran por medio de estragulamiento, golpes en la cabeza o enterrados vivos. En el caso de Juanita, creemos que fue sacrificada por un golpe a la cabeza. Esto es un verdadero hallazgo, pues hay que recordar que ningún español vio durante la conquista un sacrificio humano de los Incas.

P.La civilización Inca ve en la montaña al dios verdugo y al dios benefactor?

R. Los Incas fueron los primeros alpinistas, seguramente motivados por una creencia divina. En realidad la montaña ha sido adorada de alguna forma por todas las civilizaciones, pero los euopeos llegaron a subir hasta estas alturas 400 años después, al escalar el Himalaya. Cuando llegué a los Andes y profundicé más en esta civilización precolombina, la primera pregunta que me vino a la cabeza fue descubrir por qué los Incas subieron hasta estas alturas.

P. Y la respuesta...

R. En uno de mis viajes, me encontré a un hombre con su burro. Él me preguntó qué estaba haciendo. Cuando le dije bajando de la cumbre se quedó asombrado. Después me dijo que estaban a punto de "hacer limpieza a los canales", para que llegara agua, por lo que tenían que subir a pedirle a la montaña que se acabara la sequía. La visión de los historiadores y de los cronistas de la conquista es similar. Los centros ceremoniales tal vez tienen algo que ver con la montaña. Esta teoría está tomada desde las creencias de esas civilizaciones y no desde el pensamiento occidental.

P. Se podría decir que la evangelización no llegó hasta la montaña.

R. En la cumbre de una montaña en Los Andes se puede encontrar cómo un pueblo adora a una cruz, pero para ellos representa a la protectora de los campos de agricultura o una iglesia construida encima de una piedra de un volcán, que representa alguna leyenda divina. Esto también es un rasgo característico de esa simbiosis entre paganismo y cristianismo que se vive en los comunidades indígenas. Los Incas se caracterizaban en sus conquistas por darle una importancia extrema a la conquista económica, política y social, pero también y de forma inmediata, conquistaban a los dioses. Esta conquista la hacían subiendo a la montaña y ofrendando a los dioses de la civilización conquistada. Esta era una táctica de conquista muy práctica, pues las civilizaciones conquistadas veían cómo sus dioses se entregaban a la cultura invasora, por lo que asumían que sus propios dioses aceptaban la invasión. Los Incas fueron los que conquistaron el miedo a la montaña.

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