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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El exámen de MIR

El examen de MIR se celebra anualmente para todos aquellos licenciados en Medicina que quieren acceder a una plaza de formación especializada en la Seguridad Social.El examen se compone de 250 preguntas de test contenidas en un cuadernillo de 29 hojas, cada una de las cuales preguntas contiene cinco opciones de contestación, de las que sólo una de ellas es correcta, siendo su duración la de cinco horas ininterrumpidas, durante las cuales la concentración y la economía del tiempo utilizado para leer las extensas preguntas y elegir la contestación correcta son fundamentales.

Existen 10 modelos de cuadernillo, donde el ministerio altera el orden de las 250 preguntas, que se reparten de forma personalizada a cada uno de los 12.000 aspirantes, que pagan unas 9.000 pesetas por sus derechos de examen, y las normas de dicha prueba MIR están publicadas en el Real Decreto 2.708/82, de 15 de octubre, y su anexo Real Decreto 127/82, de 11 de enero.

El pasado 21 de febrero nos presentamos cerca de 12.000 licenciados en Medicina para las únicas 3.000 plazas que este año hay habilitadas.

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Comencé mi examen con total normalidad, y transcurridos 50 minutos de esta prueba, y cuando me disponía a estudiar la contestación de la pregunta número 30 de mi cuadernillo, observé que el reverso del folio tercero (hoja sexta del examen) carecía de impresión, y al acudir al presidente de la mesa de examen número 72, que me tocaba, me confirmó que existía un "error de imprenta y que tenía que haberlo detectado al comienzo del examen", por lo que no disponía de tiempo adicional alguno, procediendo a entregarme otro modelo de examen diferente, con un orden de preguntas totalmente distinto que me impedía aprovechar el trabajo realizado.

Tuve que iniciar de nuevo el examen de forma acelerada, con la falta lógica de concentración, afectada por la interrupción sufrida y temerosa de no poder acabar a tiempo con las 250 preguntas en las cuatro horas que me restaban.

Creo que los más de cien millones de pesetas que se recaudan por el Ministerio de Sanidad, y que todos los aspirantes hemos pagado, es una cantidad suficiente para garantizar, mediante un equipo corrector de textos y supervisor de la edición, la total ausencia de defectos de tipografía, erratas o faltas de, impresión, y no transmitir esta responsabilidad a un médico que ni está preparado para esta labor de corrector ni la ley lo prevé, al legislar sobre las normas de examen, además de que en ningún caso el examinando dispone del modelo original y auténtico que le permita comprobar que la copia impresa no contiene errores o ausencias.

La chapuza nacíonal sigue haciendo de las suyas; es decir, hacer responsable de sus errores al administrado y no afrontar con profesionaldiad y responsabilídad sus carencias, descuidos y su falta de control, todo lo cual lo pagamos siempre los ciudadanos.

Yo he recurrido y espero que se me oiga en la vía administrativa y no se juegue otra vez más con negativas y dilaciones que nos traigan un resultado de los tribunales cuando ya el daño sea irreparable.- . Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de

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