Empuñar las armas o largarse
Empuñar las armas o huir. Ésta es la única alternativa para los habitantes de las aldeas aisladas de Argelia, las más castigadas por las matanzas. Para losfelah (campesinos) sólo cabe abandonar la tierra y el ganado y convertirse en un refugiado en su propio país o incorporarse a los grupos de autodefensa, que suman unos 200.000 civiles en armas. "¿De qué me sirven las armas frente a un grupo terrorista?". "Y si mis manos empuñan el Klash [fusil Kaláshnikov], ¿quién va a alimentar a mis hijos?", se interroga un hombre maduro que. ha sobrevivido a las últimas matanzas en Relizan (oeste de Argelia).Pero en las tres remotas aldeas de los montes Uarsenis, que fueron diezmadas por un ataque hace una semana, algunos de sus habitantes han pedido armas al Gobierno. "No vamos a dejar que nos liquiden", advertía un joven campesino. En la localidad de Rarnka, las autoridades entregaron armas a más de 200 vecinos. "Jóvenes, viejos e incluso minusválidos se beneficiaron del reparto de armas de honor y dignidad entre los habitantes de las zonas afectadas por el terrorismo", proclamaba ayer el diario Le Matin.
Otros muchos, sin embargo, han elegido la vía del éxodo y han hecho las maletas con sus escasas pertenencias rumbo a las ciudades. "No podemos colocar un soldado delante de cada casa", ha reconocido el general Karnel Abderramán, jefe de la II Región Militar (oeste).
El horror de la primera semana del Ramadán, el mes sagrado musulman de ayuno y oración, ha desencadenado una desbandada de la población rural en esa zona. Las poblaciones que cuentan con grupos de autodefensa dan refugio a los huidos de Relizan y las cercanas provincias de Tiaret, Tissemsilt, Tlerncem y Yelfa.
El Grupo Islámico Armado (GIA), a cuyos comandos se atribuye esta ola de violencia, ha desplazado sus acciones sangrientas desde el centro del país hacia la región occidental de Argelia, en la que antes operaba el Ejército Armado de Salvación (AIS), el brazo armado del Frente Islámico de Salvación (FIS).
