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HISTÓRICA REUNIÓN EN LONDRES

Blair abre Downing Street al líder del Sinn Fein

El primer ministro recibe en la sede del Gobierno por primera vez en 76 años al jefe del brazo político del IRA

Se dieron la mano, pero no hubo fotógrafos. Intercambiaron ideas -tal vez incluso recriminaciones-, pero éstas no fueron registradas. El histórico encuentro entre Tony Blair y Gerry Adams ayer en Londres tuvo idénticas características de máximo secreto de Estado que la reunión de octubre entre el primer ministro británico y el jefe del Sinn Fein en Belfast. Un altamente simbólico paso mutuo para tratar de afianzar la idea de que la paz en Irlanda del Norte, a pesar de los colosales obstáculos, es posible mientras dure la esperanza. A falta de anuncios dramáticos, Blair y Adams recurrieron, siempre por separado, a la cortés ambigüedad. Sí, el encuentro fue positivo. Sí, hubo un diálogo franco. Pero fue Adams, enfundado en un flamante abrigo verde oscuro, quien intentó darle un ribete un poco menos parco al asunto cuando emergió de la cita en el número 10 de Downing Street y declaró: "Hoy se ha hechohistoria".

A Adams y su delegación, que incluyó a Martin McGuiness, les esperaba un enjambre de fotógrafos ansiosos de retratarles al lado del árbol navideño que los Blair han colocado al lado del portón negro de su residencia oficial. Blair no apareció. Pero Adams, que insistió en que la paz debe forzosamente pasar por la retirada de las tropas británicas de Irlanda del Norte y la reunificación de Irlanda, habló brevemente con los periodistas. Lo hizo desde la misma acera donde Michael Collins se detuvo tras su encuentro con el primer ministro David Lloyd George en 1921, meses antes de que el líder republicano fuera asesinado por el Ejército Republicano Irlandés (IRA), que le acusó de traicionar a la causa por pactar la partición de Irlanda.La reunión de ayer duró poco más de una hora, tal y como señalaban las previsiones del despacho de Blair. "Hemos abordado las dificultades a las que se enfrenta el proceso de paz y ciertamente nosotros hemos aprovechado la oportunidad para afirmar que todo el dolor y luto causados por la injerencia británica en nuestros asuntos tienen que terminar", declaró Adams, impertérrito ante los esporádicos abucheos de un pequeño grupo de protestantes que blandían pancartas con la leyenda "asesinos".

Riesgos para la paz

"Esto quiere decir que debemos enfrentarnos al futuro con fuerza y con la determinación de escribir un nuevo capítulo de la historia", dijo. "Está claro que todos los que participamos en este proceso tenemos que tomar ciertos riesgos en aras de la paz".Esa fue una frase idéntica a la que Blair ha recurrido para aplacar a sus críticos en Londres y sus aliados protestantes en el Ulster que se sienten decepcionados por el entusiasmo con el que el gobierno laborista está promoviendo encuentros con los aliados políticos del IRA. Blair, deseoso de eliminar la idea de que está actuando bajo la presión que supone la amenaza de los guerrilleros republicanos, dijo mas tarde a la televisión que su mensaje a Adams fue claro: Una violacion de la tregua instalada en julio y el Sinn Fein será automáticamente expulsado de las negociaciones.

Una advertencia tan categórica está más que nunca en línea con la política de Londres, particularmente desde que Adams se había brindado soprpresivamente ayer a celebrar la reciente fuga de un extremista del IRA de la prisión de Maze. "Le deseo buena suerte", fue el comentario que hizo cuando se le preguntó qué opinaba acerca de la huída de Liam Averill, un reo sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de dos protestantes. Disfrazado de mujer, Averill se fugó de la cárcel en un autobús de niños que visitaban la penitenciaría la tarde del miércoles. "Yo también estuve preso e intenté fugarme, pero no pude".

Invitación a Trimble

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Poco antes de embarcarse de regreso a Belfast, Adams y McGuiness extendieron una invitación pública para un encuentro con David Trimble, el jefe del Partido Unionista del Ulster (UUP), la principal fuerza de los protestantes probritánicos. Trimble ha rechazado tajantemente establecer contacto directo con "terroristas que tienen las manos manchadas de sangre". "Es bastante ridículo", opinó Adams, "que Trimble y nosotros estemos reunidos bajo el mismo techo y no podamos siquiera intercambiar un saludo. El diálogo es necesario".Le dio curiosamente la razón un irlandés llamado Colin Parry, cuyo hijo de 12 años, Tim, pereció en un atentado del IRA hace más de un año en Warrington. "Apoyo plenamente la iniciativa del primer ministro Blair. Hay que tomar riesgos para lograr la paz y el Sinn Fein es una realidad".

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