Siglo XXI más calor, y subida del mar
La necesidad de adoptar la Convención para el Cambio Climático se impuso a raíz de las conclusiones de más de 2.000 científicos de todo el mundo, convocados por la OU en el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), que alertaron, en 1990, de la posibilidad de que se produjera un calentamiento de la superficie de la Tierra y la baja atmósfera.
El segundo informe del IPCC, dado a conocer el año pasado, indica que si siguen las emisiones de gases de efecto Invernadero como hasta ahora, la temperatura media del planeta subirá entre uno y 3,5 grados en los próximos 100 años y que, como resultado, se elevará el nivel medio del mar entre 15 y 95 centímetros. Además las zonas climáticas de las latitudes medias (en las que está España) se desplazarán entre 150 y 550 kilómetros hacia los polos. Los ecosistemas se verán sometidos a tensiones, lo que tendrá fuertes repercusiones. La responsabilidad del calentamiento cae, en parte, sobre la acción humana. Se espera que el tercer informe del IPCC, a fines del 2000, especifique los impactos regionales del cambio climático y presente estudios sobre soluciones socio-políticas.
Hay ya estudios que indican que el impacto económico de las reducciones de emisiones de gases que se asuman pueden ser beneficiosas si se adoptan estrategias tecnológicas eficaces. Sin embargo, otros estudios, sobre todo en EE UU y financiados por la industria energética, hacen predicciones muy negativas e sobre la pérdida de empleo y caída de la tasa de crecimiento económico si se adoptan compromisos de descenso de emisiones. Pese a estos estudios una encuesta del The New York Times la semana pasada indica que el 65% considera que EE UU debe tomar medidas ya para cortar sus emisiones "independientemente de otros países". Sólo 15% cree que su gobierno debe aplazar cualquier acción hasta que muchos países acuerden afrontar el problema juntos.
