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Los sabotajes callejeros han costado 600 millones en seguros este año

Aurora Intxausti

El Consorcio de Compensación de Seguros ha tenido que pagar cerca de 600 millones de pesetas a entidades públicas y privadas por los destrozos que los sabotajes realizados por grupos de apoyo a ETA han ocasionado en los ocho primeros meses del año. Además, ha tramitado otro expediente de un agente de la policía autonómica por una acción terrorista por la que, según la subdirectora de operaciones de Consorcio de Seguros, ha abonado diez millones de pesetas.

Eusko Alkartasuna, que ha visto como cuatro de sus sedes en Guipúzcoa eran atacadas con cócteles mólotov, ha cifrado los desperfectos sufridos en algo más de 50 millones de pesetas. El PNV, una de cuyas sedes fue totalmente destruida el pasado 25 de octubre en Aretxabaleta (Guipúzcoa), no tiene cuantificados los daños. "Los peritos todavía no han terminado de evaluar a cuánto ascienden los desperfectos, pero es más que probable que sean varias decenas de millones", indicaron fuentes del PNV. Además, en esa misma provincia varias sedes del PSE-EE han sido pasto de los incendios provocados por encapuchados.

La Ertzaintza ha cifrado en un 30% la disminución de la violencia callejera que protagonizan los jóvenes del entorno etarra a lo largo de este verano con respecto a 1996. Sin embargo, sus acciones han estado más organizadas y planificadas.

La mayoría de esas acciones violentas se perpetraron en Guipuzcoa, por lo que la policía sospecha que los autores de las mismas pertenecen a un mismo grupo que se desplaza de un lugar a otro para realizar los sabotajes. Los ataques, señalan, "están bien planificados y seleccionados". Tras el incendio al batzoki del PNV en Aretxabaleta el día 25, su alcalde, Juan Antonio Rodríguez, expresó su convicción de que el sabotaje no había sido realizado por gente del pueblo.

Amedrentar

Muchas de los ataques realizados este verano por estos grupos de apoyo a ETA se han circunscrito a las localidades gobernadas por partidos nacionalistas, PNV y EA. Dirigentes de ambas formaciones han apuntado que detrás de esos ataques hay un intento de amedrentar a los concejales y alcaldes de los pequeños municipios y tratar de impedir que se presenten bajo esas siglas en las próximas elecciones municipales.Además del ataque a las sedes de los partidos políticos durante el pasado verano, en alguno casos con personas dentro, los grupos de apoyo a ETA han realizado otro tipo de desmanes como el apaleamiento a un ertzaina en Hernani (Guipúzcoa) mientras participaba en las fiestas locales, el ataque con 80 cócteles mólotov a una patrulla de la Ertzaintza en la Parte Vieja de San Sebastián o la quema de un alero y una puerta del museo San Telmo de la capital guipuzcoana. Sectores de HB, sin embargo, negaron que este último ataque pueda atribuirse a motivaciones políticas.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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