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ELIMINATORIAS DE CLASIFICACIÓN PARA FRANCIA 98

Italia sobrevive en la nieve

La selección de Maldini, con un gol de Vieri, saca un favorable empate frente a Rusia

Santiago Segurola

En estos tiempos de facilidades y comodidad en el fútbol, Italia y Rusia jugaron un partido a la antigua, en condiciones deplorables, entre la nieve y el barro, con un frío intensísimo y la imposibilidad de catalogar el partido como tal. Hubo la tensión que se supone en un duelo crucial, con la clasificación para la Copa del Mundo al fondo, y también un punto de épica en el desafío de los jugadores a la adversidad. Pero el fútbol resultó imposible. En las penosas condiciones que presidieron el partido salió beneficiada Italia. Si los rusos confiaban en el general invierno como aliado, se equivocaron. Los recursos defensivos de Italia fueron insuperables para la selección rusa, que terminó medio satisfecha con el empate.Vieri prosiguió su racha y adelantó a Italia en el comienzo del segundo tiempo. El partido estaba para un jugador de sus características. En un escenario inservible para la fantasía, futbolistas como Vieri y Ravanelli se encontraban en su elemento. Lo suyo era ganar los balones divididos, provocar el choque, llevar el encuentro hacia su aspecto más físico. Detrás, Italia dispuso de su veterana línea defensiva, integrada por cinco jugadores, en la línea típica de Cesare Maldini.

La selección rusa nunca pudo sacar ventaja de las condiciones del partido. Un equipo integrado mayoritariamente por jugadores que militan en las Ligas mediterráneas, es difícil que se aprovechen de la nieve, el frío y el barrizal. El empate fue consecuente con la línea del encuentro, que resultó menos trabado de lo previsto. Apenas se cometieron faltas, aunque dos jugadores -el portero italiano Pagliuca y el centrocampista ruso Onopko- salieron lesionados por choques violentos.

Maldini encontró la excusa del tiempo para quitar a Zola de la alineación. Probablemente estaba fuera del equipo cualesquiera que hubieran sido las circunstancias. Maldini prefiere los equipos defensivos, de corte físico, especuladores a poder ser. Zola le complica la existencia por liviano, por artista y por una tendencia a escaparse de las obligaciones laborales que tanto aprecian los entrenadores.

El encuentro fue espesísimo en el primer tiempo. Aparte de una excelente jugada de Kanchelskis, culminada por Alenichev con un buen remate y por el portero Buffon con una excelente estirada, no hubo oportunidades en ninguna de las dos áreas. Al primer estirón ruso sucedió la progresiva sensación de comodidad de la selección italiana. La pelota se quedó atascada en el medio campo y no hubo forma de llegar a las áreas.

El gol de Vieri, que aprovechó un error espectacular del central ruso, movió el partido, que cobró más intensidad. Rusia empató inmediatamente después, en una jugada en el que todo el equipo italiano estaba en su área, lo que prueba que el número no hace una buena defensa.

El empate no mejoró las perspectivas de la selección rusa. En lugar de aprovechar el subidón, volvió al estado anterior. El juego volvió al medio campo, donde la pelota iba y venía sin demasiado criterio. En realidad era imposible porque el barro podía con todo.

En aquel estado, Italia apenas tuvo problemas para reducir a su rival. Quedaba la posibilidad del error, pues el equilibrio de los jugadores era difícil. Ahí, los italianos se encontraron con la ayuda del árbitro, que desestimó como penalti un derribo de Maldini a Alenichev.

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