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CONVULSIÓN EN LAS TELECOMUNICACIONES

La cotización de Telefónica cae en todas las bolsas por la incertidumbre sobre sus alianzas

La cotización de Telefónica sufrió ayer los efectos de la Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA) hostil presentada por WorldCom sobre MCI, una de las sociedades aliadas de la empresa española para su estrategia internacional. Las acciones cayeron en las principales Bolsas en las que cotiza (Nueva York, Londres y la española). La sacudida apenas se había reflejado el día anterior, con el mercado español a punto de cerrar cuando llegó la noticia a los inversores.Los efectos fueron de distinto signo en las otras sociedades afectadas por la operación. La propia WorldCom, MCI y British Telecom (BT) experimentaron fuertes subidas, lo que, a juicio de los analistas, muestra que los accionistas prefieren que se rompa la prevista alianza de BT y MCI. Según los términos de aquel pacto, la compañía británica tendría que desembolsar en tomo a 18.000 millones de dólares (2,7 billones de pesetas), una cifra alejada de los 30.000 millones de dólares (unos 4,5 billones de pesetas) ofrecidos por WorldCom.

Para los pequeños inversores se ha puesto en evidencia la aparente fragilidad de Telefónica dentro del juego de los grandes del sector. Las cifras manejadas estos días para comprar MCI, tanto por BT como por World Com, relegan a un segundo plano a la compañía española, mera espectadora en un juego en el que, paradójicamente, es la que más arriesga.

Inquietud

En la Bolsa de Madrid, la acción de la compañía española perdió el 1,69% (80 pesetas), como reflejo de la inquietud que ha levantado entre los pequeños accionistas. A media sesión, llegó a perder el 3%, momento en el que cambió la tendencia. Aparentemente, no puede atribuirse la intervención masiva a uno o pocos compradores. Los intermediarios Banco Santander de Negocios, Central Hispano, Bolsa y Merryll Lynch, adquirieron más de 300.000 títulos cada uno, mientras que en el lado vendedor sólo Ibersecurities sacó al mercado más de 380.000 acciones.

En total se negociaron en la sesión de ayer 3,08 millones de acciones, una cifra sensiblemente inferior a los 5,79 millones de títulos que está moviendo este valor como media a lo largo del presente ejercicio. La mayoría de las operaciones fueron de menos de 1.000 acciones, un dato que muestra que han sido los pequeños accionistas, los que han acudido a las últimas operaciones públicas de venta, los que decidieron recuperar su dinero ante una situación de alcance insospechable.La cotización de Telefónica ha subido en lo que va de año un 53,89% desde las 3.015 pesetas en que terminó el año pasado y desde finales de agosto tomó una tendencia alcista que elevó el valor a cerca de 4.800 pesetas. Esa tendencia se quebró ayer.

Las acciones de Telefónica en Nueva York cerraron el miércoles a 94,75 dólares y ayer a 93,18, tras registrar un retroceso del 1,65%. En Londres, la pérdida fue del 0,86%. Worldcom, después de soportar un leve descenso en la jornada del anuncio de la OPA, ganó ayer un 1, 18%. BT y MCI también subían, de manera menos acentuada. BT ganaba el 3,7% y MCI el 3,9%. En Londres, BT experimentaba un fuerte ascenso del 3,96%, casi 17 libras (4.097 pesetas).

A la espera de respuestas

El cambio en las alianzas internacionales, con proyectos más ambiciosos, ha sido una de las razones del impulso al alza de las acciones de Telefónica, y por esta misma razón se convierten ahora en causa de incertidumbre ante las numerosas incógnitas que plantea la OPA lanzada sobre MCI

Los inversores tendrán que esperar un tiempo para conocer más detalles, sobre todo el resultado global de la operación y la política de los compradores, si la fusión se cierra, respecto a los actuales socios de MCI enfrentamiento con BT por el control de MCl ya parece motivo más que suficiente para suponer que los acuerdos serán revisados desde una posición de fuerza por WorldCom, justo cuando Telefónica se encontraba cerca de liquidar su acuerdo con el consorcio Unisource mediante el pago de una fuerte indemnización y está inmersa en una amplia serie de proyectos, como la televisión, ajenos a su principal negocio.

WorldCom, mientras tanto, no pudo detallar todavía ayer cuáles son sus perspectivas respecto al proyecto de acuerdo entre Telefónica y el por ahora desarticulado consorcio entre MCI y British Communications.

"Es demasiado temprano para dar una opinión y habrá que esperar a que el trato se materialice", dijo el portavoz de Worldcom, Steve Ingish. Bernard Ebbers, el presidente del grupo, nuevo protagonista de la actualidad económica en Estados Unidos, ha declarado en repetidas ocasiones que su objetivo es de escala mundial, pero el Wall Street Journal indicaba ayer que "el efecto sobre ésa y otras alianzas todavía está por ver".

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