El Museo de Artes Populares rechaza ir a la corrala del Rastro
Ni caben ni quieren esperar. La directora del Museo de Artes y Tradiciones Populares, Guadalupe González-Ontoria, no quiere trasladar la colección a la corrala del siglo XVIII de la calle de Carlos Arniches que el Ayuntamiento de Madrid expropiará por 70 millones de pesetas. El gerente de Urbanismo, Luis Armada, comentó a raíz del desalojo de los 20 quicalleros que allí quedaban que el edificio albergaría ese museo (que pertenece a la Universidad Autónoma, en cuya Facultad de Filosofía están sus 6.000 piezas) o bien un centro cultural.González-Ontoria arguye que la corrala se queda pequeña para su colección (el museo se creó con los fondos privados de la directora, unas 2.800 piezas) y que las obras de rehabilitación tardarán años. Prefiere el edificio del antiguo laboratorio municipal en la calle de Bailén, 7, o el de la Caja de Madrid en la Ronda de Valencia. "Queremos culturizar Lavapiés, pero en otro lado", bromea la directora. Comenta que las negociaciones con el Ayuntamiento van bien. "Además, el nuevo gerente es primo segundo mío", se ríe. Ella sueña con un edificio donde pueda exponer sus piezas (sillas parteras, cunas, vestidos, utensilios, barcas) en salas distribuidas por autonomías y en vitrinas. Ahora el museo sólo abre de lunes a viernes, de 11.00 a 14.00, y los martes y jueves, de 17.00 a 20.00.
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