Un empresario alicantino, asesinado por un amigo que tras secuestrarlo pidió 46 millones, por su rescate
El cuerpo sin vida del empresario de Moraira (Teulada, Alicante) José Vila Llobell, desaparecido de su domicilio familiar des de el pasado día 19, fue localizado ayer por la Guardia Civil. Vila, de 72 años, fue secuestrado y asesinado a tiros pocas horas después por sus raptores, según fuentes policiales. El cadáver apareció en un cañaveral de difícil acceso conocido como Barranc de la Fusta, en el término municipalde la cercana Ondara, envuelto en una bolsa de plástico y con dos impactos de escopeta en la cabeza. Tres hombres han sido detenidos como presuntos responsables del crimen, Francisco Mayas, de 50 años.
El suceso ha conmocionado a los habitantes de Moraira una localidad turística de la comarca alicantina de la Marina Alta. Los vecinos sabían de la desaparición de José Vila Llobell, uno de los mayores hacendados del pueblo, y por comentarios callejeros de familiares directos de la víctima conocieron el pasado fin de semana que se trataba de un secuestro. La esposa de Vila. denunció ante la Guardia Civil la desaparición de su marido el pasado día 20, al no regresar de Ondara, a donde se había ido a jugar una partida de trinquete (frontón) a las siete de la tarde del 19. La autopsia del cadáver de Vila se realizó ayer mismo en el tanatorio de Denia mientras los detenidos prestaban declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de esa población, cuyo titular decretó de inmediato el secreto sumarial. El presunto autor material del crimen, Francisco Mayans, prestó declaración hasta las 21.15 horas y salió de los juzgados con el rostro cubierto. El más joven de los arrestados, José Antonio M. M. fue puesto en libertad provisional. El otro, José Ramón F. T., prestará declaración esta mañana, informa . La Guardia Civil aportó maletines con estuches y fundas de escopeta.Fuentes policiales explicaron a este periódico que el asesinato se produjo en la misma noche del secuestro. El presunto asesino, Mayans, amigo personal de Vila y sin antecedentes penales, se puso en contacto telefónico con la familia de éste exigiendo el pago de un rescate de 45 millones de pesetas y, para despistar, 10.000 dólares (algo más de 1,5 millones de pesetas). En esa llamada, el mismo día 19, simuló que hablaba italiano.
A la segunda cita
A la primera cita acordada con la familia para la entrega del dinero, en la noche del 20, los secuestradores no acudieron. Un día más tarde y alertada ya la Guardia Civil, en una segunda tentativa para pagar el rescate, aparecieron dos personas en una motocicleta. Cuando los dos presuntos cómplices de Mayans, M. M. y F. T., recogieron la bolsa que contenía los billetes y que había sido depositada en un contenedor de basura, agentes de paisano procedieron a su detención. El instituto armado había establecido un amplio dispositivo de vigilancia en la zona y la operación se superó, pues, con éxito.
A partir de ahí comenzaron los interrogatorio s. En función de ellos fue detenido el supuesto cerebro de la banda, que señaló el lugar exacto en el que había quedado el cuerpo sin vida del empresario, al que reconoció haber dado muerte a las pocas horas del cautiverio, según fuentes policiales. No obstante, la confirmación de la hora exacta del crimen no se conocerá hasta que los forenses y el juzgado den a conocer el resultado de la autopsia. Según reconocieron fuentes de la investigación, pese a no tratarse de un delincuente habitual, el plan diseñado por el posible responsable estaba "bien tramado" y preveía hasta el mínimo detalle. Todo apunta a que el móvil es estrictamente económico, aunque se desconoce qué motivó un desenlace tan rápido y la muerte del empresario antes del cobro del rescate.
Mayans, corredor de fincas, conocía a la víctima desde hacía tiempo, aunque, al parecer, la relación se había ido enfriando debido a desavenencias entre ellos.
