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Una mujer acaba con la vida de su marido, enfermo terminal

Una mujer de 70 años, I. L. R., fue rescatada ayer en estado agónico en su domicilio de Vigo, donde se había cortado las venas después de hacer lo propio con su marido, Gumersindo F. L., de 78 años, aquejado desde hace tiempo de una grave dolencia que había alcanzado su fase terminal. La mujer, que ayer ya se encontraba fuera de peligro, había dejado una nota escrita en la que justificaba su decisión "para evitarle mayores sufrimientos" al marido y su renuncia a seguir viviendo sin él.Los ancianos vivían con su hija, el yerno (un conocido sindicalista vigués) y dos nietos y formaban una familia muy unida, "unos cielos de gente", según el testimonio coincidente de varios vecinos, que ayer se mostraban consternados por el suceso.

El anciano permanecía desde hace meses inmovilizado en cama por una enfermedad irreversible. Su esposa aprovechó que el resto de la familia había salido a cenar, el jueves, para cortarle las venas y, a continuación, cortarse las suyas, no sin antes explicar en una nota su decisión. Cuando los hijos volvieron, a primera hora de la madrugada, se encontraron al matrimonio en medio de un gran charco de sangre, en su habitación. Avisaron a la Policía Local y la dotación de una ambulancia del 061 destacada al domicilio, en el centro de Vigo, comprobó el fallecimiento del hombre.

La mujer permanecía inconsciente y fue trasladada muy grave al hospital Xeral, donde se le apreció un shock hipovolémico motivado por una herida en el antebrazo izquierdo.

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