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FÍSICA: ENERGÍA TERMONUCLEAR

El reactor de fusión ITER, amenazado por recortes económicos

El entusiasmo político y científico por el desarrollo internacional de un reactor nuclear de fusión empieza a desvanecerse. Estados Unidos, uno de los fundadores del proyecto ITER (siglas, en inglés, de reactor termonuclear experimental internacional), que costaría casi 1,5 billones de pesetas, se ha retirado prácticamente, ya que no piensa contribuir con más del 5% del coste, según un informe publicado en el último número de la revista Nature. La crisis de Rusia está retirando las contribuciones económicas de este otro fundador del ITER.Mientras tanto, Francia y Alemania, que tienen los mayores programas de- investigación en Europa, han anunciado que no pueden alojar la instalación que planeaban. Italia también está atada de pies y manos por la cuestión del dinero. Canadá tiene dos lugares prometedores, pero el Gobierno no está dispuesto a apoyarlos. La peor noticia para el ITER surgió en Japón el, mes pasado, cuando el cuarto socio afirmó estar dispuesto a pagar sólo la mitad del coste si el reactor se hacía en su territorio, y no el esperado 70%.

Cuando empezó la fase de diseño del futuro reactor experimental, en 1992, los cuatro socios (EE UU, la UE, Japón y Rusia) acordaron tomar una decisión firme acerca de la construcción en julio de 1998. Ahora están intentando retrasar la construcción hasta que la cuestión básica del lugar para instalarlo y los problemas de financiación se aclaren.

El ITER fue lanzado en la primera cumbre de Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, en 1985. Pero en EE UU se ha convertido en diana de los ataques de varios frentes: los halcones de la reducción presupuestaria, los defensores de la energía renovable no nuclear y los que abogan por continuar con las centrales nucleares convencionales de fisión.

Incluso hay oposición en la comunidad de investigadores en física del plasma, donde algunos creen que el ITER es demasiado costoso y puede no funcionar. El hecho es que la contribución estadounidense al proyecto ha caído de 80 millones de dólares en 1995 a 55 millones este año.

La idea básica de la fusión parte de la bomba de hidrógeno, del hecho de que se produce gran cantidad de energía cuando se fusionan dos núcleos de deuterio (una versión masiva del hidrógeno, con un neutrón en el núcleo atómico, además de un proton). También puede lograrse la fusión de deuterio y tritio (con dos neutrones).

Sin embargo, lograr esta reacción de modo controlado es dificilísimo. En una bomba de hidrógeno, la emisión de energía es incontrolada, mientras que para producción civil hace falta controlar, o confinar, la reacción, que es el gran dolor de cabeza de los expertos. Otros problemas son los residuos radiactivos generados, aunque escasos, y lograr que los reactores de fusión sean efectivos en la producción energética.

La fusión nuclear puede generar temperaturas de 100 millones de grados centígrados o más, y los materiales que alberga la reacción no lo resisten. Los expertos intentan resolver estos problemas usando cantidades ínfimas de combustible confinadas por potentes láseres o en vasijas magnéticas, que es la opción del ITER.

Copyright Nature News Service.

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