Técnicos españoles construyen en Cádiz el puente europeo más largo, que une Dinamarca y Suecia
Las plataformas se trasladarán en barcazas en un viaje de 13 días hasta el Báltico
El 8 de junio del año 2000, miles de suecos y daneses se unirán sobre las aguas del Báltico en un saludo, fraternal. Se darán la mano sobre el primer enlace fijo construido entre la península escandinava y el continente europeo; una combinación de túnel y puente de 16 kilómetros de longitud sobre Un soporte mixto para autopista y doble vía ferroviaria entre las ciudades de Copenhague (Dinamarca) y Malmoe (Suecia). Pocos sabrán que pisan materiales y tecnologías españoles. En la bahía de Cádiz han comenzado a construirse tableros de 140 metros de esta infraestructura, que serán transportados en barcazas en un viaje de 13 días desde el Atlántico hasta el Báltico, a partir de septiembre próximo.
Los tableros que sustenten esta gigantesca obra de ingeniería han comenzado a fabricarse ya en una empresa filial de la constructora Dragados, ubicada en el extremo sur del continente europeo, donde, en lugar de las tempestades bálticas, el sol rabia de luminosidad. Es el Bajo de Cabezuela, en Puerto Real, el corazón de la bahía de Cádiz.La adjudicación de una parte del puente a equipos españoles es fruto de un acto fortuito, en cierto modo. La compañía que dirige el ingeniero industrial Mateo Rodríguez Sánchez, Dragados Off Shore, está especializada en el montaje de plataformas petrolíferas en el mar del Norte. La última que se ha ensamblado en la bahía gaditana espera tumbada la llegada de una barcaza para su transporte el próximo 21 de julio hasta su destino definitivo. En esa posición, su altura supera la de un edificio, de 27 pisos -tiene 110 metros de largo-, visible desde cualquier punto de la bahía de Cádiz, como las grúas de Astilleros Españoles.
Se encontraba Mateo Rodríguez en Dinamarca metido en asuntos relacionados con este tipo de estructuras marítimas en la empresa, con la que colaboraba, cuando advirtió sobre una mesa unos enormes planos. "¿Qué es eso?", preguntó a los daneses. Era febrero de 1995. "¿Queréis hacer una oferta"?, le contestaron. Se trataba del enlace fijo entre Dinamarca y Suecia mediante una combinación de túnel y Puente de 16 kilómetros de longitud para salvar el estrecho de Öresund.
El proyecto el más largo de Europa, tras el de Humber (1.410 en el Reino Unido) había sido aprobado por los Parlamentos de ambos países en 1991 y, después de superar numerosos obstáculos de orden medioambiental, había sido adjudicado por 350.000 millones de pesetas a un consorcio de constructoras danesas, suecas y alemanas. Rodríguez consideró el reto danés como un desafio. Presentaría una oferta.
Volvió a la bahía y se puso a echar cuentas. A comienzos de otoño, -las presentó en Copenhague ante el consorcio Sundlink, concesionario del enlace fijo. Nunca olvidará ese otoño, con el mar Báltico iniciando su habitual congelación invernal. El consorcio le presentaba problemas de la obra. El los enviaba por fax desde un ordenador portátil hasta la factoría de Puerto Real, donde los técnicos maquinaban día y noche sin descansar hasta dar con la solución. A la mañana siguiente, Mateo se desayunaba don el problema resuelto, para sorpresa de sus colegas de Sundlink.
Esta disponibilidad técnica y los precios ofertados determinaron que Sundlink se inclinara por la oferta española entre otros muchos competidores asiáticos y europeos. A finales de 1995, Mateo Rodríguez obtenía un contrato de 30.000 millones de pesetas, con los cuales dispondrá de tajo para los 1.500 operarios de Puerto Real hasta octubre de 1999, fecha en que deberá entregar el último de los 49 tableros que soportará el puente de Oresund, que Sundlik le ha subcontratado.
Hormigón para 100 años
Los tableros, 42 de 140 metros de longitud y siete de 120, que se construirán en Puerto Real, constituyen la plataforma de hormigón especial, sobre la que se apoyará una autopista con cuatro carriles y sus respectivos arcenes, bajo la cual se albergará un piso inferior de acero para soportar dos vías de ferrocarril.El contrato establece la entrega, a partir del próximo mes de septiembre, dé dos de estos tableros por mes. Cualquier demora está penalizada con 30 millones de pesetas diarios.
Las tareas preparativas para su construcción ya han comenzado en Puerto Real, donde se vive una frenética actividad, en contraste con el paro circundante: un 20% de la población activa afectada en la bahía, donde radica la empresa pública Astilleros Españoles, y hasta un 40% que registra la vecina capital gaditana.
En los preparativos se han invertido dos años, uno de los cuales se ha dedicado a descubrir el hormigón capaz de cumplir los durísimos estándares de calidad que exigía el consorcio contratante. Un hormigón resistente a los envites del mar Báltico durante los próximos 100 años. Inmune a las fisuras, a los efectos del hielo y la descongelación, con bajo contenido de cromatos, según la norma de seguridad e higiene sueca, establecida para prevenir la silicosis de los trabajadores que deben manipularlo.
Silos refrigerados
Joaquín Obregón (27 años), un ingeniero de caminos cántabro que ejerce de pretexting manager, vigila el proceso de elaboración de este hormigón especial. Muestra las distintas fases del proceso como si se tratara de la obra de su vida, con un entusiasmo vibrante: los laboratorios de control de calidad, supervisados por el Instituto Torroja de Madrid y un laboratorio danés; los Silos del cemento refrigerados; la planta especial construida ex profeso para que el hormigón fragüe a una temperatura constanie sobre la estructura metálica, previamente recubierta de una pintura capaz de resistir 30 años a la intemperie.Entretanto, un buque procede al dragado del muelle contiguo a la factoría, donde se ubicarán las barcazas que transportarán las plataformas de la autopista y el ferrocarril ensamblado hasta el estrecho de Öresund. Tras un viaje de 13 días, unas grúas L, ancladas en el estrecho, procederán a colocarlas y ajustarlas sobre los pilares previamente construidos por el concesionario del enlace fijo.
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