Condenados dos testigos de Jehová por negar a su hijo una transfusión
La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha condenado a dos años y seis meses de prisión a Pedro A. T. y Lina V. R., testigos de Jehová, por la muerte de su hijo de 13 años, al impedir que se le practicase una transfusión de sangre. El Supremo anula así la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Huesca que absolvió a los padres. Ambos han sido condenados ahora por un delito de homicidio con la atenuante muy cualificada de obcecación o estado pasional.M. A., de 13 años, falleció el 15 de septiembre de 1994 en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Ocho días antes había sangrado intensamente por la nariz posiblemente por una caída previa con su bicicleta. El niño fue trasladado en tres ocasiones de hospital por el deseo de sus padres de intentar encontrar un tratamiento alternativo a la transfusión, medida considerada por los médicos de los centros consultados como la única posible para salvar la vida al niño. Los padres y el menor, también Testigo de Jehová se opusieron en todos ellos a que se le practicara una transfusión sanguínea.
El Supremo razona así: "El derecho a la vida y a la salud del menor no puede ceder ante la afirmación de la libertad de conciencia y objeción de los padres. Si éstos dejan morir a su hijo menor porque sus convicciones religiosas prohiben el tratamiento hospitalario o transfusión de sangre, se genera una responsabilidad penalmente exigible".
La sentencia considera que en la conducta de los padres concurrió la atenuante muy cualificada de obcecación y estado emocional, por lo que su culpabilidad "se ha visto seriamente mermada por el conflicto de conciencia que se les presentó, al tener que optar entre el respeto a sus convicciones religiosas ( ... ) y la vida de su hijo, cuya salvación estaba supeditada a la aplicación de un tratamiento" de transfusión de sangre.
