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Aznar: "Lo sucedido ratifica la política de firmeza

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, José María Aznar, siguió por teléfono en estrecho contacto con el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, la operación de liberación del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. Aznar ofreció al mediodía de ayer una valoración de lo sucedido. A su juicio, confirma la política de "firmeza y determinación del Gobierno contra el terrorismo".El presidente pasó en vela una buena parte de la noche del lunes al martes. Desde que el lunes por la mañana el Ministerio del Interior decidió poner en marcha la operación de liberación de Ortega Lara, al tener indicios sólidos del lugar en que se encontraba secuestrado, -según la versión ofrecida por fuentes gubernamentales- Aznar estuvo en estrecho contacto con Mayor Oreja. Habló con él dos veces el lunes por la tarde y unas seis o siete a lo largo de la noche del mismo día y la madrugada de ayer.

Hacia las doce de la noche del lunes, Aznar era informado por el ministro de que la operación se ponía en marcha. Una hora y media más tarde, alrededor de la 1.30 de la madrugada de ayer, Aznar recibió con sorpresa por parte de Mayor Oreja la noticia de la puesta en libertad del empresario vizcaíno Cosme Delclaux. La sorpresa se unía a la preocupación por la implicación que pudiera tener en la operación de liberación de Ortega Lara, ya en marcha, que fue activada hacia las tres o las cuatro con la detención de sus presuntos guardianes en Mondragón.

Otro momento de preocupación para Aznar se produjo pasadas ya las seis, cuando Mayor Oreja le notifica que los guardianes de Ortega Lara no colaboran y no aparece el zulo en la nave donde el Ministerio del Interior pensaba que se encontraba el funcionario secuestrado. Sólo cinco minutos después, el ministro le informa que uno de los detenidos en Mondragón confirma las informaciones y facilita el acceso al habitáculo, oculto bajo una máquina-torno de tres toneladas de peso. Hacia las 6.30 de la madrugada recibía la buena nueva de la liberación.

Aznar habló entonces con el director de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, quien le ofreció algunos datos de la operación, del agujero en que ha estado metido el funcionario secuestrado y de su estado de salud (ha perdido de 23 kilos de peso). A continuación, sobre las siete menos cuarto, telefoneó al Rey para informarle de todo la operación y sus resultados, así como de la puesta en libertad de Cosme Delclaux. "Quería tener la información completa", dijeron en La Moncloa.

El presidente del Gobierno no ocultó ayer la impresión que le había producido la descripción del agujero y las crueles condiciones en que vivió Ortega Lara. Manifestó en público que era "espeluznante". En privado, aseguró que el secuestro del funcionario de prisiones es el acontecimiento que más le ha hecho sufrir en su primer año de mandato.

Aznar explicó que la operación finalizada ayer con éxito s e venía preparando desde hacía tiempo. "No ha sido un golpe de fortuna o una casualidad", dijo. "Hay que saber aguantar, mantener la política y no ceder a las presiones".

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El presidente del Gobierno cree que lo sucedido ayer confirma la política de "firmeza y determinación del Gobierno contra el terrorismo". En el mismo sentido se pronunció sobre la política penitenciaria. "seguimos con la misma política. Sólo habrá acercamientos individuales de presos cuando se produzcan pronunciamientos favorables y siempre que beneficie a la lucha antiterrorista", dijo Aznar.

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