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El traidor del clan Gotti revela los secretos de la Cosa Nostra

Salvatore Gravano, Sammy the Bull (El toro Saminy) no consiguió que el cirujano plástico le dejara un rostro "como el de Robert Redford". "Cuando me dijo que era imposible, decidí quedarme con el mío", dice en una entrevista que la cadena televisiva ABC difundirá esta semana. Fue una decisión valiente: es público que la Mafia le ha puesto a su cabeza el precio de 1 millón de dólares (145 millones de pesetas). Y es que El toro Sammy, autor convicto de 19 asesinatos, traicionó en 1991 a John Gotti, el padrino de la familia Gambino de la Cosa Nostra de EE UU.

Con sujeta de toda la vida, a excepción de una nariz rehecha para arreglar las muchas veces que se la rompieron a puñetazos, Gravano está libre tras haber cumplido el lustro de cárcel que pactó con la fiscalía a cambio de vender a Gotti y otros 35 miembros de la familia Gambino, en la que él era el número dos. Y aunque conoce el precio exacto de su vida, ha renunciado a la protección del FBI.El Toro Sammy quiere contar su historia. Su entrevista con ABC coincide con la llegada a las librerías de su biografía: Segundo, la vida en la Mafia de El toro Sammy, escrita por Peter Maas, el autor de Serpico.

Detenido en diciembre de 1990 junto con John Gotti bajo la acusación de chantaje y asesinato, Gravano se convirtió diez meses después en un arrepentido, el de más alto rango en toda la historia de la Mafia norteamericana. Confesó sus 19 asesinatos, incluidos los de su mejor amigo y su cuñado, y pactó que, a cambio de una sentencia benévola y la conservación del dinero amasado durante su vida criminal, testificaría contra el padrino y otros miembros de la familia. Entre otras cosas, reveló cómo Gotti y él asesinaron al anterior jefe de los Gambino, Paul Castellano.

Gravano ha contado a ABC que, antes de su arrepentimiento, él y Gotti hablaron de cómo podrían escaparse de la cárcel si resultaban condenados. "Yo le dije a John: "Si perdemos el juicio, nos iremos por la ventana". El me miró y dijo: "¿Por la ventana? Estamos en un piso 11, ¿qué pasaría si nos cayéramos? No, Sammy. Escúchame: yo tengo otro plan. Nuestra gente en la calle puede reunir cuatro o cinco millones. Se los daremos como propina al presidente y conseguiremos su perdón".

Gravano dice de Gotti: "Era espectacular, elegante, excitable; un tipo duro salido de la calle". Pero, añade, "el poder se le había subido a la cabeza; se creía que podía caminar sobre las aguas". Y afirma que si le traicionó fue porque Gotti pensaba traicionarle a él. Gravano lamenta alguno de los asesinatos que cometió, "pero, para ser honesto, no todos".

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