Sólo se vive una vez
Ya por noviembre escribimos una carta a su periódico en un intento por dar a conocer la sangrante situación de dos municipios colombianos que, entre otros muchos, han sufrido los desgarradores mordiscos del paramilitarismo en ese democrático país. Segovia y Remedios, le contábamos, soportan en su triste historial tres masacres indiscriminadas contra la población civil, además de cualquier tipo de abuso imaginable. Los comités de derechos humanos de ambos municipios han sufrido constantes acosos y bajas por la violación de sus derechos más fundamentales. En el comité de Segovia, por ejemplo, solamente quedaban dos de los 18 miembros que lo formaban en un principio: Ramiro y Jaime. Personas profundamente luchadoras por la justicia y el respeto en su país, a los que tuve el orgullo de conocer el pasado verano. Ahora me entero de que Ramiro ha tenido que huir por las amenazas paramilitares, y Jaime, quien suele decir que "sólo se vive una vez" cuando le cuestionas por el peligro de su lucha, desapareció el 10 de marzo, poco antes de la desaparición de otra persona que ha sido hallada muerta.Sinceramente, no sé que pretendo con esta carta. Supongo que es un algo desquiciado intento por que alguien me ayude a hacer oír sus voces acalladas: en Colombia se violan los derechos humanos de cualquier persona, en cualquier momento y con cualquier pretexto o sin él.-