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Encarcelados dos 'camellos' acusados del triple asesinato de Pontevedra por un ajuste de cuentas

Francisco Javier Rey Bouza, de 26 años, y José Fabeiro Torres, de 30, ingresaron ayer en prisión como presuntos autores de la muerte de tres personas en la madrugada del viernes en Ribadumia (Pontevedra), en un ajuste de cuentas motivado por narcotráfico a pequeña escala. Las tres víctimas, dos mujeres y un hombre, fueron asesinadas de otros tantos disparos en la cabeza. Una cuarta persona logró escapar de la matanza.

Sobre las cuatro de la madrugada del viernes, seis personas salieron de un local de alterne situado en la playa de As Sinas, en Vilanova de Arousa, subieron a un vehículo Renault 11 y tomaron la dirección de Pontevedra. En el coche viajaban los dos presuntos autores del crimen, Fabeiro y Rey; sus víctimas -Angela María Barreiros Arelas, de 30 años; Dolores Gómez Rodríguez, de 20, y Francisco Javier Miguel de la Torre, de 36- y otro hombre, que logró salvar la vida y de quien no se ha facilitado la identidad. Según fuentes de la investigación, Fabeiro y Rey habían concertado con otros cuatro ocupantes del coche la venta de una pequeña cantidad de cocaína, que tenían previsto recoger en un lugar de la parroquia de Cabanelas-Ribadumia.Las mismas fuentes han señalado que los miembros del grupo ya habían consumido cierta cantidad de alcohol y cocaína. Esta circunstancia, unida a que los compradores mantenían con Rey y Fabeiro una deuda no saldada por otra operación similar, suscitó una discusión que Rey decidió cortar por las bravas.

Cuando circulaban por una carretera secundaria, entre Cabanelas y Oubiña, hizo bajar del coche a los cuatro clientes y los mató allí mismo disparándoles a la cabeza con una pistola de nueve milímetros Parabellum. El superviviente pudo salvarse huyendo a la carrera hasta el puesto de la Guardia Civil de Cambados, donde dio cuenta de lo sucedido.Tanto Rey como Fabeiro tienen antecedentes por narcotráfico a pequeña escala. Están domiciliados en Cambados y Vilanova de Arousa, respectivamente, y alternaban la venta de droga con el marisqueo furtivo y descargas de tabaco de contrabando o de cocaína.

Las dos mujeres, que residían en Vilagarcía, trabajaban de camareras. Ángela María Barreiros, en el pub Belle Époque, y Dolores Gómez, en el club de alteme As Silas, ambos en la playa de Vilanova. Francisco Javier Miguel, vecino de Caldas de Reís, era empleado de una industria de material eléctrico. Tras la autopsia, sus cuerpos, fueron trasladados a sus lugares de origen, donde hoy serán enterrados.

Los presuntos criminales declararon ayer ante el juez de instrucción de Cambados, que ordenó su ingreso en prisión incondicional y el secreto de las diligencias.

Según fuentes de la investigación, el autor de los disparos fue Rey, que huyó tras el crimen y fue detenido por la Guardia Civil. Fabeiro esperó junto a los cadáveres la llegada de los agentes e intentó presentarse como un mero testigo de la matanza. Luego, admitió su complicidad con Rey.

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