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Un taxista secuestrado pide ayuda con un móvil y acarrea un tiroteo sangriento

Un teléfono móvil le sirvió ayer a un taxista soriano para avisar a la policía de que dos delincuentes le habían obligado a encerrarse en el maletero de su coche, desde donde hablaba. El despliegue de la Guardia Civil para localizarle terminó con un tiroteo en el que resultaron muertos un agente y uno de los secuestradores del conductor, a quien ya habían liberado en el momento de producirse el cruce de disparos. El segundo delincuente huyó a pie por una zona boscosa, y un segundo agente sufrió heridas de pronóstico reservado y se hallaba ingresado anoche en el hospital del Insalud en Soria.

El tiroteo se produjo a las 20. 10 de ayer en el término municipal de Matalebreras, a unos 40 kilómetros al este de Soria. Los dos guardias civiles habían localizado a los hombres sospechosos de haber robado el taxi armados con una pistola, de introducir al conductor en el maletero y de abandonarle kilómetros después en un descampado.A mediodía de ayer, dos hombres cogieron un taxi en la estación de autobuses de Soria, pidieron al conductor que les llevara a la localidad de Almajano, unos 15 kilómetros al norte de la la capital. A medio camino, en un cruce solitario, le encañonaron, le obligaron a bajar del coche y le metieron en el maletero. El taxista obedeció y cuando el coche volvió a ponerse en marcha, telefoneó desde el móvil que llevaba consigo a la policía local de Soria que, a su vez, alertó a la Guardia Civil. Gracias a esas llamadas, el instituto armado estableció una serie de controles en las carreteras de los alrededores, en su mayoría locales y de escaso tránsito.

A media tarde, en un desierto paraje cercano a Calderuega (Soria), un pueblo más al este pero también en un radio de unos 20 kilómetros de la capital, los dos delincuentes hicieron bajar del coche al taxista y siguieron su camino. A las 20.10, el teniente de la Guardia Civil Alejandro García-Velasco y el capitán del mismo cuerpo José Manuel Santiago Blanco localizaron en una gasolinera del término municipal de Matalebreras un taxi sospechoso que salía de la estación de servicio después de comprar sus ocupantes unas latas de refrescos. Un empleado de esa gasolinera relató esta madrugada a EL PAÍS que el tiroteo se produjo a unos 100 metros del establecimiento, por lo que el único trabajador que, a esa hora prestaba servicio sólo pudo oír claramente los disparos pero no vio con detalle el tiroteo.

El Gobierno Civil de Soria, en un comunicado, relata que los agentes vieron a los dos sospechosos caminando por el arcén y se dirigieron a pedirles la documentación. Éstos respondieron a tiros.

El teniente de la Guardia Civil Alejandro García Velasco, de 50 años, casado y con cinco hijos, murió allí mismo. Recibió tres disparos, en la cabeza, en la axila y en la pelvis. El capitán José Manuel Santiago Blanco, de 44 años, casado y con tina hija, recibió dos heridas por arma de fuego de las que esta madrugada estaba siendo operado.

Uno de los presuntos delincuentes, cuyos datos no facilitó el Gobierno Civil por temor a que su documentación sea falsa, resultó herido muy grave y falleció poco después.

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