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POLÉMICA SOBRE LA UNIÓN MONETARIA

Portugal reacciona con energía y apela a Maastricht

, La publicación de supuestos planes para dejar fuera de la primera fase del euro a Italia y otros países del sur de Europa hizo reaccionar ayer con energía al Gobierno portugués. El secretario de Estado adjunto al primer ministro, Joaquim Augusto Pina Moura, encabezó las protestas contra cualquier plan para retrasar la adhesión de los países del sur a la Unión Monetaria Europea, informa Javier García.Pina Moura afirmó con rotundidad: "No hay fuentes ni declaraciones más o menos anónimas que puedan eliminar las reglas de funcionamiento comunitarias". El responsable gubernamental añadió que el país hará cumplir "el espíritu y la letra del Tratado de Maastrich". El Parlamento portugués debatirá el próximo día 13 la cuestión de la moneda única, por iniciativa del primer ministro, Antonio Guterres.

La posición del Gobierno portugués, como la del italiano, es que el Tratado de Maastricht fijó las condiciones y los plazos para la convergencia monetaria y nadie puede ahora señalar qué países deben entrar y cuáles no por motivos políticos.

Contra Duisenberg

Un comunicado oficial del Ministerio de Finanzas, en la misma línea, salió al paso de unas opiniones del holandés Wim Duisenberg, al que se considera firme candidato a la presidencia del futuro Banco Central Europeo.

Según Duisenberg, los países que deben estar presentes desde el primer momento en la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria son sólo ocho, Alemania, Francia, el Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo), Finlandia, Austria e Irlanda.

Desde Portugal se subraya que, con excepción de Luxemburgo, ninguno de los citados países cumple todavía todos los criterios fijados en Maastricht y pueden albergarse serias dudas de que vayan a conseguirlo para finales de este año, señala la nota del' Ministerio de Finanzas.

El ministerio responsabiliza a declaraciones como las de Duisenberg, procedentes en días anteriores del foro económico mundial anual de Davos (Suiza), de haber provocado "inestabilidad en los mercados cambiarios, en los que la peseta, la lira y el escudo", las monedas de los tres países presuntamente excluidos de la primera velocidad europea, "se han visto fuertemente presionados".

"En La UE no hay bloques regionales ni países de primera y de segunda", afirma el Ministerio de Finanzas portugués. "Cualquier criterio diferente pondrá en riesgo el compromiso político en que se asienta su construcción".

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