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LA POLÉMICA FISCAL

Bomberos con regadera en el Empire State

"Va por muy mal camino hablando de funcionarios" le espetó Vicente Martínez Pujalte, portavoz del PP, a Juan Manuel Eguiagaray, del PSOE. "Esto no es una cuestión de funcionarios", sentenció Juan Costa, secretario de Estado de Hacienda.Por ahí anduvo ayer parte del meollo en la comparecencia de Costa ante la comisón de Economía y Hacienda del Congreso. Lleno total en la sala de columnas, expectación propia de un pleno y ambiente caldeado, como en los meses más broncos de la pasada legislatura.

Luego las cosas fueron más razonables. Los abucheos quedaron en los límites habituales de cualquier Parlamento y hasta abundaron los silencios en los escaños del PP mientras Eguiagaray martilleaba sin desmayo el yunque político de José María Aznar y de Rodrigo Rato acusándoles de haber mentido. Hace meses, por mucho menos, se hubiera organizado la de Dios es Cristo.

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El portavoz socialista quiso lidiar en los terrenos del Código Penal. Nada de trastear sobre reponsabilidades políticas que se disuelven en las embestidas de los improperios mutuos. Lo hizo con contundente oratoria: ha habido acusaciones gravísimas que, de ser ciertas, supondrían que se han cometido delitos.

No lo dijo expresamente, pero dejó claro que sin la colaboración de funcionarios de la inspección -a los que salvó por activa y por pasiva- tales delitos no son posibles. Y ahí saltó la alarma del PP.

Costa puso el freno en las responsabilidades de los políticos. Tanto quiso apuntalar el dique que comparó los medios técnicos de una determinada unidad de la inspección con los de un bombero al que se ordenase apagar un incendio en el Empire State con una regadera.

Las 5.000 pesetas

Joan Saura, de IU-IC, atorniló en la misma dirección. Si no se demuestran las acusaciones, el Gobierno debe retirarlas. No llegó la sangre al río, entre otras cosas porque Costa aguantó el tipo con formas muy comedidas e incluso cuando se arriesgó abiertamente al cara a cara lo hizo con exquisita compostura, aunque centrado casi en exclusiva en el portavoz socialista.La sesión tuvo incluso un resquicio para la broma y el asombro. El diputado del PNV Jon Zabalía calificó expresamente de españoles a todos los vascos, cuando pidió vehemente: "No digan que los contribuyentes españoles van a pagar 5.000 pesetas cada uno. Los vascos, desde luego, no". En Euskadi, había argumentado antes, no pasan estas cosas. Así que, pese a todo, no dejó de marcar la diferencia.

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