_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Bakero

José Mari Bakero ha sido, es todavía, un gran futbolista. No me refiero sólo a lo técnico-táctico (para lo cual remito a la columna Imprescindible Bakero- del 19 de noviembre, firmada por su cronista Santiago Segurola, con quien por una vez coincido), sino a otra faceta en la que todo futbolista, todo deportista, debería encontrar en Bakero un ejemplo a seguir, es decir, su ética profesional en el terreno de juego. En tantos y tantos años no recuerdo haberle visto ni una sola vez revolcarse en el suelo después de una falta, solicitar las asistencias como si estuviera a punto de fenecer, buscando al mismo tiempo con el rabillo del ojo al árbitro, a ver si sacaba alguna tarjeta al contrario; jamás le he visto simular una falta para engañarle. Desgraciadamente, una excepción. Probablemente no ha sido rentable para la prensa ama. rillista-deportiva, para los realizadores televisivos (incompetentes todos) que nos proponen mil y una repeticiones hasta de la falta más nimia y del fuera de juego más descarado, mientras -ojo- el juego sigue (imagínense lo mismo en una película: "Volvamos a ver ahora la escena erótica", "no, si ahora viene la de la cena", "y qué más da, si ésa es la que vende"). En tiempos de victimismo, tarjetismo, de vergonzantes y constantes simulaciones. a José Mari se le echará en falta. Agur, campeón, hasta siempre.-

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_