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Borís Yeltsin recupera el poder en Rusia tras ser desconectado del pulmón artificial

El presidente ruso, Borís Yeltsin, se apresuró ayer, en su primer día de posoperatorio, a recuperar sus poderes presidenciales en cuanto fue desconectado del pulmón artificial, firmó el decreto por el cual relevaba al primer ministro, Víktor Chernomirdin, de las funciones interinas de jefe de Estado. Esta recuperación del control del poder se ha reducido, en la práctica, a que el maletín nuclear nuevamente ha pasado a manos de Yeltsin.

Lo primero que hizo Yeltsin ayer en cuanto abrió los ojos a las seis de la mañana y le sacaron el tubo de respiración artificial, fue pedir una pluma y el decreto ya preparado para reasumir la presidencia. "Firmó con su propia mano" el documento por el que, antes de pasadas 24 horas, privó a Chernomirdin de las funciones interinas de jefe de Estado."Hemos visto de todo en este país, pero hasta ahora nunca habíamos tenido un presidente de un día. Yeltsin debería tener más confianza en las personas con las que trabaja", comentó el líder comunista, Guennadi Ziugánov. Alexandr Shojin, vicepresidente de la Duma (Cámara baja del Parlamento) y dirigente del partido progubernamental Nuestra Casa Es Rusia también censuró la prisa mostrada por Yeltsin para firmar el decreto y la interpretó como una maniobra de Anatoli Chubáis, el influyente jefe de la administración presidencial, que se había quedado sin poder mientras Chernomirdin ejercía de presidente. "Bueno, ahora Chubáis podrá sentirse nuevamente un político en plena forma", comentó irónicamente Shojin.

En la mañana de ayer el Kremlin estaba jubiloso, y así lo expresó Serguéi Yastrzhembski, secretario e prensa de Yeltsin: "El presidente ha vuelto a asombrar a los médicos por la vitalidad de su organismo y por su ya legendaria fuerza de voluntad". Yeltsin tenía 80 pulsaciones por minuto y su temperatura era de 37,8 grados, algo que, según el portavoz presidencial, "es normal, dada la envergadura de la operación".

El presidente recibió ayer en el Centro Cardiológico a su esposa, sus dos hijas y Chernomirdin. "Estoy seguro de que muy pronto volveré a trabajar con la plenitud de mis fuerzas", dijo Yeltsin al primer ministro. Sin embargo, los médicos piensan que deberán pasar varias semanas tras la operación del martes en la que le hicieron cinco puentes cardiacos, antes de que pueda reasumir un intenso ritmo de trabajo.

"Estoy muy contento con el resultado de la operación, pero el presidente tendrá que pasar por un difícil proceso de recuperación, que es común en las intervenciones de esta clase. Y lo digo con conocimiento de causa", declaró Chernomirdin, que sufrió el mismo tipo de operación hace ocho años.

La alegría en el Kremlin se fue disipando posteriormente, dando pie a que se temiera por un empeoramiento del estado del presidente. El último parte médico fue hecho público a las cuatro de la tarde -"el proceso de rehabilitación posoperatoria transcurre normalmente, de acuerdo con las expectativas de los médicos y sin complicaciones", se leía- y la programada conferencia de prensa de Serguéi Mirónov, jefe de los médicos del Kremlin, fue suspendida. Un claro indicador sobre la rapidez de la recuperación del paciente será su traslado o no del Centro Cardiológico al Hospital Clínico Central. Yeltsin ya quería ayer haberse trasladado, pero los médicos se negaron en redondo.

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Por la tarde, los comunistas celebraron una "velada solemne en honor al 79º aniversario" de la revolución bolchevique. Ziugánov advirtió que al país le espera "el caos y el fratricidio" si la "protesta organizada de las masas" no logra imponer un Gobierno que responda a los "intereses. nacionales".

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