_
_
_
_
_

Cuba da el plácet al nuevo embajador español dos meses después de la solicitud

Cuba concedió finalmente el martes pasado el plácet a Jose Coderch como nuevo embajador de España en la isla, más de dos meses después de que Madrid presentase la solicitud oficial de acreditación del diplomático. La demora de las autoridades cubanas en dar el beneplácito a Coderch refleja, según fuentes diplomáticas de la isla, el deterioro de las relaciones entre ambos países desde que el PP llegó al poder, y el disgusto de La Habana por el apresurado relevo del anterior embajador, Eudaldo Mirapeix.

Mirapeix fue destituido precipitadamente en agosto, cuando solo llevaba 15 meses en la isla, en un gesto con el que el Gobierno de Aznar quiso dejar claro su cambio de política hacia Cuba.El visto bueno al nuevo embajador se produce en medio de crecientes tensiones diplomáticas y cuando falta menos de un mes para que Aznar y Fidel Castro se encuentren en la IV Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile. La inminencia de esta reunión, y la reciente entrevista del ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, y su homólogo cubano, Roberto Robaina, en Nueva York, despejaron el camino para la acreditación de Coderch. Según fuentes diplomáticas cubanas, un encuentro de Castro y Aznar en Chile sin el plácet concedido hubiese puesto en evidencia el enfrentamiento de ambos países.

Es muy probable que el Consejo de Ministros nombre mañana de forma oficial a José Coderch, un colaborador de el ex presidente Adolfo Suárez hasta ahora director de la Escuela diplomática, como nuevo embajador de España en Cuba. Fuentes de la Administración dijeron en su día que la designación de Coderch, de 49 años, era una señal del endurecimiento de la política exterior española hacia, Cuba, que a partir de ahora tendrá como prioridad "promover un mayor respeto de las libertades democráticas y de los derechos humanos", según declaraciones de Abel Matutes.

Sin embargo, a Coderch no le será fácil aplicar esta nueva política. Los contactos con la disidencia y los grupos de derechos humanos ya existían en tiempos de Mirapeix, lo que provocó roces diplomáticos con las autoridades cubanas. El Gobierno español tampoco sabe muy bien cómo va a aplicar su anunciada suspensión de la cooperación oficial, excepto la humanitaria, con el Gobierno de Castro, una decisión que ya ha suscitado numerosas críticas de las ONG y los empresarios españoles que trabajan en la isla.

En estos momentos, el Gobierno español mantiene congelados 100 millones de los fondos destinados a la reparación del acueducto Albear, que transporta el 20% del agua potable a La Habana. Fuentes de organizaciones no gubernamentales en La Habana dijeron que en un país como Cuba, en el que en el primer semestre de este año se han duplicado los casos de hepatitis A y de enfermedades relacionadas directamente con la mala calidad del agua, es, difícil justificar medidas de este tipo.

El PP también ha suspendido la entrega de 120 millones para la formación de cuadros de la administración cubana en temas de reforma económica. Se da la paradoja de que la Comisión Europea financiará en 1997 con un millón de dólares un curso similar en La Habana en el que habrá profesores de prestigiosas universidades europeas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_