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Las enfermedades vascularles causan el 40% de la mortalidad

Considerando los datos oficiales del Ministerio de Sanidad basados en los certificados de defunción, las enfermedades del aparato circulatorio constituyen más del 40% de la mortalidad total en España, no sólo en cuanto a mortalidad, sino también en cuanto al número de infartos.Hay más enfermedades coronarias en las comunidades de Baleares, Canarias y Valencia, y menos en las de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid, etcétera (un poco en contra de la dieta cardiosaludable (mediterránea). Siguiendo estas mismas estadísticas, las tasas de mortalidad por cardiopatía isquémica se han estabilizado sin presentar variaciones de importancia desde los anos setenta.

Comparando nuestra situación con respecto al resto de Europa y amparándonos en los datos de la OMS (estudio Mónica), nos encontramos entre los países con menor tasa de mortalidad por enfermedad coronaria -infartos- de toda Europa, junto a Francia. Los primeros lugares están ocupados por Inglaterra, Escocia y Finlandia. Además, los datos de la OMS eran coincidentes con los del Ministerio de Sanidad.

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Las cifras de incidencia dé infarto de miocardio se suelen referir a grupos de edad de entre 35 y 64 años; sin embargo, si consideramos personas de más de 74 años, la incidencia aumenta cinco veces entre los hombres y hasta 20 veces en las mujeres, y algo similar ocurre con la mortalidad (estudio Regicord, Girona).

Un tema importante es conocer cuántos infartos tienen como consecuencia el fallecimientO (estudios Mónica y Regicord), siendo alrededor del 35% (en hombres con más de 74 años, el doble). Otro aspecto interesante es que de estos 35 pacientes, unos 25 fallecen antes de llegar al hospital. Sin embargo, también, si consideramos la muerte súbita (suele ser causada en el 80% de los casos por un infarto sobreagudo), el porcentaje de muertes en EspaÑa es inferior al de otros países de Europa y de América del Norte.

En España, el 6% de todos los muertos han fallecido de un modo súbito, en comparación con porcentajes próximos al 15% e incluso más (datos del Estudio de la muerte súbita en la ciudad de Valencia).

La Sociedad Española de Cardiología está estudiando la prevalencia de la angina de pecho en España (estudio Panes). En hombres se ha detectado angina de pecho entre el 5,3% y el 7,9%; en mujeres, es ligeramente superior.

Lo que es curioso es que hay más angina de pecho en las comunidades autónomas del Mediterráneo, igual que ocurre con la mortalidad secundaria a cardiopatía coronaria.

En resumen, podemos afirmar que tenemos algún tipo de protección frente a la enfermedad coronaría, en comparación con otros países desarrollados, pero no sabemos cuál es. Lo lógico es que nuestros factores de riesgo fueran menos frecuentes que en los otros países, pero no es así.

Si nos comparamos con algún estudio americano, nosotros tenemos más fumadores (49%, frente al 26%); tenemos la tensión arterial 10 mmHg más alta que ellos (datos promedio) y nuestro colesterol también es más alto. A pesar de eso, de cada 100. 000 habitantes hay 613 muertos en Minnesota y 206 en Girona en un año. La paradoja mediterránea.

¿Qué nos está protegiendo? No lo sabemos. Podría ser que los factores de riesgo no sólo presentaran un efecto individual inmediato, sino que sus efectos a través de algún mecanismo genético puedan modificar la resistencia a la enfermedad.

Si esto es así, podemos prepararnos a padecer una epidemia de infartos en España en las próximas décadas, a no ser que volvamos al modo tradicional de comer, abandonemos el tabaco, volvamos a andar, etcétera.

Juan Cosín Aguilar es médico, presidente de la Sociedad Española de Cardiología.

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