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La psiquiatría desvela el poder curativo del arte

El arte cura. O, por lo menos, alivia. Esa es una de las conclusiones que se desprenden de los debates sobre arte y locura desarrollados en el X Congreso Mundial de Psiquiatría. El dibujo, la pintura, la música o el teatro son ya bastante comunes en el tratamiento psiquiátrico. Un complejo universo simbólico, difícil de ser verbalizado, aflora sin inhibiciones y, a veces, con resultados sorprendentes. Es el caso de Carlo Zinelli, de quien se presentó una muestra en el Palacio de Congresos.Las investigaciones de la doctora Kay Jemison, de la Universidad de California, concluyen que la mayoría de los artistas que han pasado a la historia, ya sea por su excentricidad en vida o por una dramática muerte, además de por su obra, sufrió alguna de las dos principales enfermedades anímicas: depresión o, manía!.

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No obstante, aunque algunos de los artistas más geniales, como Van Gogh, Schumann, Goya, Turner, Modigliani, Artaud o El Greco sufrieran distintos tipos de padecimiento, desde la depresión hasta la esquizofrenia, eso no quiere decir que la creatividad esté directamente relacionada con algún tipo de comportamiento anómalo. "La enfermedad mental no crea a un artista, pero si el paciente tiene talento, la enfermedad puede incidir en su creatividad de modo determinante", afirmó una de las psiquiatras asistentes al coloquio.

"Se dan muchos casos en los que el artista sólo puede expresar su depresión cuando ha dejado de estarlo, como le sucedía a Schumann", dijo un psiquiatra de la Universidad de Heildelberg. "Pero hay artistas que se inhiben en situaciones de normalidad y sólo en pleno episodio psicótico dan rienda suelta a su más íntima expresión".

Los colores de la mente, uno de los temas a debate, dejó claro que tampoco hay fórmulas para desentrañar el simbolismo oculto en los dibujos de los enfermos mentales, y que es necesaria la sensibilidad del psiquiatra, junto con su formación, para entender lo que la obra de arte le quiere decir.

"No se puede ligar un color a una patología. No siempre los depresivos pintan todo con colores oscuros y los maniacos con colores brillantes", afirmó Vittorino Andreoli. "Si bien Van Gogh usaba el amarillo de una forma en la que los epilépticos lo utilizan con frecuencia, no se puede generalizar".

"La creatividad tiene un gran poder curativo", afirma el húngaro Matyas Trixler. "Los psiquiatras usamos el arte cómo forma de relacionarnos con el paciente, y no sólo valoramos su importancia diagnóstica. La imaginación tiene un papel determinante en gente con dificultades para verbalizar sus problemas. Los dibujos ayudan a dejar salir y reconocer sus sueños y conflictos".Y no sólo la pintura y el dibujo tienen esas propiedades. Según el doctor Rahmani, la música puede ser un bálsamo para las mentes alteradas. "La música es la base de nuestra relación preverbal con la madre, con sus arrullos y canciones infantiles. Pero aun antes, en el útero, los latidos de su corazón ejercen ya en el embrión la fascinación por el ritmo. Para los pacientes con alteraciones emocionales, la música es un instrumento valiosísimo".

Si bien ahora se ha generalizado el uso de técnicas artísticas en los tratamientos psiquiátricos, sin tener mayormente en cuenta sus valores estéticos, en su momento fueron los psiquiatras quienes descubrieron a los intelectuales el filón del arte creado por la mente enferma.

La doctora Marielene Weber hizo un breve repaso sobre la influencia que el interés por el arte de los dementes de finales de siglo pasado tuvo en el nacimiento del surrealismo.

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