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Precios, calidad y gastos

Juan Jesús Aznárez

Exceptuando las acusaciones efectuadas por diputados del Frente Amplio, que continúan descalificando la operación con Focoex, apenas se habló ayer en la Cámara de Diputados de las empresas y proveedores españoles, que cumplieron los compromisos contraídos con Uruguay y no registran denuncias en su contra. Los contratos se ejecutaron en su totalidad a excepción de la instalación de dos o tres grandes equipos, que fueron comprados por el Partido Blanco y rechazados por el Colorado cuando llegó al poder hace 18 meses.En el documento acordado por los dos partidos tradicionales, y aprobado en el Pleno, no aparecen empresas españolas como morosas o incumplidoras del convenio: la controversia se centra en los precios abonados por Uruguay. En este sentido, los miembros del Partido Blanco de la comisión investigadora discrepan de los colorados y ambos partidos introdujeron salvedades en el documento.

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Entre 500.000 artículos adquiridos (desde jeringuillas hasta ambulancias), la resolución cita un único caso como cotejado de igual a igual: en la licitación de enero de 1993, el Ministerio de Salud compró a Pablo Ferrando, SA, un equipo Microtomo-Leica, modelo Biocut 2035 por 7.302,27 dólares. A Focoex, se le compró "el mismo equipo, marca y modelo, siete unidades a 10.603 dólares".

En el informe aprobado, el tema de Salud Pública fue casi siempre el centro. "Podemos decir que ello reviste un, carácter positivo por exonerar de toda sospecha a los demás contratos de Focoex, sobre los cuales ni siquiera se insinuó un examen, a pesar de las muchas denuncias que se hicieran por legisladores actuantes en todo este terna".

Contrariamente a las críticas elevadas en su día por las nuevas autoridades de Salud Pública o Educación, el contrato de equipamiento hospitalario suscrito entre el Ministerio uruguayo de Defensa y Focoex, 14.198.912 dólares, fue elogiado por los militares en un informe.

El contrato de Defensa es similar a los firmados por los ministerios de Salud Pública o Educación y revistió la misma modalidad financiera y actuaron los mismos proveedores españoles. Se utilizó en la modernización del Hospital Militar de Montevideo, el de mayor complejidad del país. "Todo esto es un problema político", sostuvo el coronel Alberto Suárez, director general del centro durante la ejecución del contrato, al referirse al conflicto, "Aquí todo está instalado y funcionando perfectamente", agregó. Con los militares nadie se atreve.

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