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Ni una pregunta

Salió Anguita después de dos horas largas y explicó la reunión, lo que había hablado con Felipe González. Estuvo relajado y sonriente. Animó a que le preguntaran. Se explayó en las respuestas. Había sido un encuentro a dos. Sin testigos y sin cámaras. Y Julio Anguita dio su versión. Lo que a él le había parecido. De lo que González pensara de aquello, cuatro rasgos y muy matizados. Pero González no compareció. Lo hizo, por delegación, Cipriá Ciscar, secretario de Organización del PSOE.Ciscar condenó el atentado de ETA. Y, muy sucintamente, explicó lo que le habían contado que se había tratado en una reunión en la que él no estuvo. A grandes rasgos, confirmó lo que dijo el líder de IU: Apertura de diálogo. Voluntad de mantenerlo. Voluntad de avanzar. Creación, en el mes de septiembre, de dos delegaciones -tres representantes del PSOE y tres representantes de IU- para buscar puntos de acuerdo y establecer una metodología de trabajo. Y explicó el temario: Estado de bienestar, privatizaciones, política de empleo, financiación autonómica. Luego, inquirió a los periodistas: "Estoy a su disposición. ¿Alguna pregunta?". Se hizo un espeso silencio. Nadie preguntó. Y Ciscar miró al soslayo, fuese y no hubo nada.

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