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Un 'corazón' de hierro

Al peso, la Tierra es casi toda hierro. Hace 4.500 millones de años, durante la formación del planeta, la mayor parte de ese hierro se hundió en el interior por su enorme peso y acabó formando el núcleo interno y el externo. Éste último es hierro fundido, y por debajo, en el centro de la Tierra, las presiones y temperaturas son tan enormes que el hierro es sólido a pesar de que debe alcanzar una temperatura superior a los 3.800 grados centígrados.

Este corazón sólido interno supone menos del 1% del volumen terrestre y desde su descubrimiento, hace 60 años, los científicos han considerado que es un cuerpo con escaso o nulo impacto observable en el planeta. La principal forma de estudiar este remoto cuerpo es mediante sensores que captan débiles vibraciones en el suelo permitiendo a los científicos trazar los mapas de las rutas y velocidades de las ondas de choque que irradian desde terremotos y explosiones como ondas en un estanque al tirar una piedra.

Más información
El centro de la Tierra gira libremente como si fuera un planeta dentro de otro

Los geólogos se han dado cuenta de que las ondas que pasan por el núcleo interno de la Tierra en el eje Norte / Sur van más rápido que las Este / Oeste. La diferencia de velocidad es de unos cuatro segundos. Estas diferencias direccionales se han interpretado como indicación de que la masa de hierro sólido es un único cristal gigantesco.

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