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Pujol afirma que los escándalos no amenazan la estabilidad

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, se mostró ayer convencido de que los nuevos escándalos políticos que han salido a la luz en los últimos meses no son una amenaza para la estabilidad política. "Sigue siendo cierto que en España ha decrecido muy notablemente la crispación", declaró ayer en Nueva York, ya de regreso a España tras su visita oficial a Quebec. "Ni el PP se aprovecha de ellos para lanzarse a la yugular del partido socialista ni en la prensa se recogen como se hacía hace un año. Estos escándalos se circunscriben en dos instancias, en el seno del partido socialista interesado en que se aclaren, y en los tribunales, que tienen la obligación de investigarlos, que es lo correcto", agregó.Para Pujol, la estabilidad depende tanto de la fortaleza de partido que está en el Gobierno como del que desde la oposición representa la alternativa. Desde siempre ha considerado muy negativos los años en que a un PSOE hegemónico no se le podía oponer un PP con posibilidade reales de ganar unas elecciones El haber cambiado esta situación es el primer mérito que Pujol reconoce a José María Aznar.

Razones partidistas

Existe también una razón más partidista para que los nacionalistas no deseen que los escándalos destruyan al partido socialista, faciliten una futura victoria electoral del PP -esta vez con mayoría absoluta- y quede eliminada así la capacidad de influencia de Convergència y Unió (CiU). "Nunca Cataluña ha estado tan presente en los medios de comunicación internacionales como en los últimos tres años, por la política española de CiU", repite a menudo Pujol.El líder de CiU ofreció una conferencia de prensa pocas horas antes de asistir a un almuerzo en la sede del Chase Manhattan Bank con un grupo de importantes empresarios norteamericanos con inversiones en Cataluña o que tienen la intención de invertir. A éstos, Pujol les dijo que la política económica de la nueva Administración española es la misma que aplicaba el Gobierno socialista, por imposición de CiU en uno y otro caso.

Pujol insistió en la necesidad de mantener el tiempo que haga falta el diálogo con los sindicatos para que éstos no se sientan contra la pared, y censuró a "algunos sectores empresariales" que en algún momento han pretendido actuar con prepotencia creyendo que ahora es el momento de revisar la política económica y social llevada a cabo bajo la Administración de Felipe González.

Preguntado por el desmarque de su aliado Josep Antoni Duran Lleida en la polémica sobre la asunción de responsabilidades en el nombramiento de Luis Pascual Estevill como vocal del Consejo General del Poder Judicial, Pujo dijo que él ya había dicho todo lo que tenía que decir. "Es posible que otros no hayan dicho todo lo que tenían que decir. Pues que lo digan".

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