El GIA dice que Francia intentó engañarle cuando negociaba la vida de los monjes
Francia intentó engañar al Grupo Islámico Armado (GIA) cuando se encontraba negociando la vida de los siete monjes trapenses secuestrados, según asegura una publicación de la organización integrista, El Ansar, distribuida el pasado viernes en diferentes mezquitas europeas. El boletín clandestino del GIA anuncia que en su próxima edición desvelará los pormenores de sus conversaciones con el Gobierno de París y demostrará a la opinión pública los "intentos de traición" de los franceses.Con estas revelaciones la dirección política del GIA trata de justificar el asesinato de los siete monjes trapenses, perpetrado el pasado 21 de marzo, y salir al paso de las acusaciones y condenas expresadas por todo tipo de organizaciones y asociaciones cívicas, incluidas las integristas, como el partido En-Nahda tunecino, en el exilio; la del Frente Islámico de Salvación (FIS) argelino o incluso la efectuada por el Gobierno de Irán o la Secretaría de Estado en Washington, que no han dudado en calificar el acto de "bárbaro".
Las negociaciones entre el GIA y los representantes del Gobierno francés se iniciaron el 18 de abril, cuando la. organización integrista remitió una primera carta a las autoridades francesas, en la que desvelaba que los monjes se encontraban en su poder y ofrecía un "intercambio de prisioneros". Con posterioridad, el GIA remitió otras dos cartas y una casete a la Embajada de Francia en Argel, en las que presentaba una lista de detenidos a liberar y demostraba al mismo tiempo que los rehenes se encontraban con vida.
Desmentido francés
Las autoridades francesas y diplomáticos occidentales en Argel aseguran sin embargo, que nunca existió, ningún tipo de negociación entre el GIA y el Gobierno de París, salvo la entrega de un "acuse de recibo", que la Embajada francesa dio a un mensajero del grupo integrista cuando se presentó el 30 de abril en la delegación consular de Argel, para entregar la casete y una carta del número uno de la milicia integrista, Yamel Zituni.Estas versiones oficiales se contradicen con las diferentes informaciones, no confirmadas, según las cuales la negociación y los contactos establecidos entre el GIA y las autoridades francesas, a través del general Philippe Rondot -de la Dirección de Vigilancia del Territorio- especialmente desplazado a Argel cuando se conoció el secuestro, fueron interrumpidas por decisión unilateral de las autoridades argelinas, que se negaron a cualquier tipo de pacto y diálogo con los integristas.
Mientras tanto, las autoridades argelinas guardan un estricto silencio sobre el asesinato de los siete monjes y se niegan a rendirse a lo evidente, según se desprende de un lacónico comunicado oficial difundido ayer por el Ministerio del Interior en Argel y distribuido a través de la agencia oficial APS. Según el portavoz del Ministerio del Interior, el Gobierno del Presidente Liamín Zerual no dispone hasta la fecha de ningún elemento serio que permita confirmar o negar el asesinato de los siete monjes.
La actitud precavida y recelosa de las autoridades argelinas se contradice con la de los propios dirigentes políticos de Argel -nacionalistas bereberes de Agrupación para la Cultura y la Democracia y comunistas de Ettahadi- quienes han condenado ya el asesinato, en mensajes publicados en la prensa en sus ediciones de ayer. El propio diario gubernamental El Muyahid daba ayer la noticia de los asesinatos en condicional, mientras que el independiente El Watan no descartaba que todo sea una maniobra urdida por los marroquíes, a través de la emisora Midi-1, para desprestigiar y molestar al Gobierno de Argel.
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