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Telefónica vende Sintel a Mas Canosa por 4.900 millones tras pagar un costoso saneamiento

Sintel le costará a Telefónica más de lo que recibirá del comprador, Jorge Mas Canosa. Teléfonica firmó ayer la venta de su filial Sintel por 4.900 millones de pesetas al grupo norteamericano MasTec Inc., que preside el líder anticastrista Mas Canosa. Pero, antes de la venta, Telefónica ha costeado un amplio plan de saneamiento: ha suscrito una ampliación de capital por 3.000 millones, ha desembolsado un crédito fiscal por 581 millones de pesetas y ha comprado edificios y locales por otros 1.500 millones. Además, Telefónica garantiza la cuota de mercado de Sintel, que perdió 1.746 millones en 1995, durante tres años. El comité de empresa califica la venta de "política, sin sentido económico".

Las condiciones de la venta indican que Telefónica ha ejecutado una costoso plan de consolidación financiera [saneamiento], superior a los 5.000 millones de pesetas, para obtener 4.900 millones por la venta de Sintel. Fuentes de Telefónica defienden la excelencia estratégica de la operación "porque no es conveniente, para una empresa como Telefónica, contar con una compañía de planta exterior". Sintel "no realizaba ahora actividades estratégicas para el grupo". Las mismas fuentes explican que "la operación con Mas Canosa no ayuda, esto es obvio, a las relaciones empresariales que se puedan desarrollar con Cuba". Al acto de la firma de la operación, celebrado discretamente ayer en la sede de Telefónica de Gran Vía, asistieron el presidente del grupo MasTec, Jorge Mas Canosa, el de Telefónica, Cándido Velázquez Gaztelu y el de Sintel, José Luis Ucieda. Jorge Mas Canosa, de 56 años, el líder de la principal organización anti-castrista y símbolo del éxito económico en el exilio, busca con esta compra vincularse a España y tratar de influir en el Gobierno del PP para que adopte una actitud más beligerante contra Castro en Cuba. Sintel es un grupo empresarial compuesto por tres compañías españolas y cuatro internacionales en Argentina, Chile, Perú y Venezuela y cerró el pasado año con unas pérdidas netas de 1.746 millones de pesetas. Esas pérdidas, según Telefónica, se debieron al coste extraordinario de reestructuración de la plantilla que fue de 3.300 millones de pesetas. El resultado bruto de explotación se situó en el año 1995 en 4.037 millones, frente a los 2.154 millones en el 1994.

MasTec, empresa controlada por Mas Canosa, es el resultado de la fusión en 1994 de dos veteranas empresas del sector (Church & Tower y Burnup & Sims) que dio lugar a una gran empresa de suministro de infraestructuras de telecomunicaciones en los Estados Unidos y cuyas acciones cotizan en Wall Street. La firma de auditoría Peat Marwick actuó como "intermediaria profesional" entre MasTec y Telefónica. La auditora fue la conexión de Mas Canosa en el intento anterior del empresario anticastrista por comprar Radiotrónica, la empresa de Banesto.

En el acuerdo figura que Telefónica solicitará a Sintel obras e instalaciones por valor de 75.000 millones en el periodo 1996-1998, cantidad que está en línea con los volúmenes de suministro de los últimos años y que equivale a garantizar durante tres años la cuota de mercado de Sintel y, de paso, su viabilidad económica en manos del grupo comprador.

Telefónica considera oficialmente que Sintel tiene viabilidad económica fuera de su ámbito. Fuentes autorizadas indicaron a EL PAÍS que el ajuste laboral de la compañía "ya está hecho y que, por lo tanto, es poco probable que el nuevo propietario recurra a más despidos". El plan estratégico a tres años elaborado por la dirección, proyectaba aumentar las ventas de la sociedad en 10.000 millones.

Fuentes del comité de empresa criticaron abiertamente la operación. "Es una operación política, sin ningún sentido económico, que pone en peligro los 4.137 empleos. Están regalando esta empresa a un político que no le interesa invertir, solamente influir. Los sindicatos no van a permanecer quietos, porque no vemos viabilidad a Sintel fuera del Grupo Telefónica".

IU presentó ayer en el Congreso una petición de comparecencia ante la Cámara del presidente de Telefónica, Cándido Velázquez, para que informe de la venta. Según IU, la operación se ha realizado con "inexplicable secretismo".

Critica que la venta se haga a Mas Canosa, "promotor de leyes que afectan gravemente a los intereses de España en el extranjero", que "vulneran el derecho internacional y han recibido el rechazo de la UE, como son la Ley Torricelli y la ley Helms-Burton". IU denuncia también "las actividades de la Fundación Nacional Cubano-Americana, donde algunos miembros críticos con Canosa han sido amenazadas y asesinados, como es el caso de tres de ellos".

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