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El Tribunal de Luxemburgo puede acabar hoy con las cuotas de jugadores extranjeros

El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas anunciará hoy su sentencia sobre el caso Bosman, el jugador belga que hace cinco años recurrió a la justicia ordinaria para pleitear contra el que entonces era su equipo, el Lieja belga, por impedir su fichaje por el Dunkerque francés. La sentencia sentará jurisprudencia sobre el derecho de los clubes de fútbol a cobrar indemnización por el traspaso de un jugador que ya ha acabado su contrato y, lo que es mucho más importante para el fútbol español, si se eliminan las cuotas de jugadores extranjeros o al menos se excluye de éstas a los jugadores de la Unión Europea.Todo indica que la sentencia será favorable al jugador, que en la actualidad cuenta 30 años y milita en un equipo de la cuarta división belga, el Visé. Bosman cuenta ya con una sentencia favorable de un tribunal de Lieja, con el apoyo del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea y, sobre todo, con el dictamen a su favor que realizó sobre el caso el abogado general (fiscal) del Tribunal de Luxemburgo. Aunque la corte europea suele sentenciar de acuerdo con el informe del abogado general, la última palabra será dicha hoy.

La sentencia puede ser un formidable golpe contra el poder de la Unión Europea de Fútbol Asociación (UEFA), una entidad que siempre se ha sentido legitimada para dictar sus propias leyes y que, hasta tropezar con la determinación del modesto Jean-Marc Bosman, había logrado siempre impedir que los futbolistas o los clubes de fútbol recurrieran a la justicia para solventar sus diferencias. Su método ha sido siempre el mismo: el puro y simple chantaje de excluir de la competición a todo aquel que no se sometiera a sus normas. Consciente de la importancia del asunto, el Comité Ejecutivo de la UEFA estará reunido en Birmingham mientras el Tribunal dicta sentencia.

Este poder puede saltar hoy por los aires si el Tribunal de Luxemburgo falla a favor del jugador. Una sentencia favorable significaría que los clubes no tienen derecho a cobrar una indemnización si un jugador quiere cambiar de club al término de su contrato. Esta decisión no tendría apenas repercusión en España, donde hace ya años que se abolió el denominado derecho de retención, en virtud del cual un club podía mantener en sus filas a un jugador aumentándole ligeramente su contrato al acabar éste. En la actualidad, los jugadores de los equipos españoles quedan libres al terminar su relación e incluso pueden cambiar de equipo sin acabar su contrato.

La segunda parte del esperado fallo puede tener, en cambio, consecuencias mucho más espectaculares en España y en todas las ligas europeas. Se trata de determinar si se ajustan a las leyes comunitarias los actuales cupos de futbolistas extranjeros. La UEFA sólo permite que sean alineados tres jugadores extranjeros al mismo tiempo. Pero esta norma parece atentar contra las directivas comunitarias que consagran la libre circulación de trabajadores por el territorio de la Unión Europea. Si el Tribunal de Luxemburgo diera la razón a Jean-Marc Bosman, o bien desaparecerían los cupos de futbolistas extranjeros o bien los jugadores de la UE dejarían de contabilizar como extranjeros en clubes de la Unión Europea.

Para la afición española bastará un ejemplo que afecta a los dos grandes equipos del país. Si esta norma hubiera entrado en vigor antes, Laudrup (Dinamarca), Koeman (Holanda), Stoichkov (Bulgaria) y Romario (Brasil) podrían haberse alineado juntos tanto si no hubieran existido cupos de extranjeros como si de éstos se hubiera excluido a los de la UE. Seguramente en ese caso al Madrid le hubiera sido mucho más difícil hacerse con Laudrup.

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