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FÚTBOL: DECIMOSEXTA JORNADA DE LIGA

El Tenerife aprende a ganar en casa

Un voluntarioso Athletic estuvo a punto de empatar al final

El Tenerife tuvo que sufrir para lograr su segunda, victoria en casa ante un Athletic que fue débil en defensa, pero que utilizó su garra para acorralar a su rival en los últimos minutos y ponerle en muchos apuros cuando la diferencia era mínima en el marcador. El conjunto canario, que fue superior durante la mayor parte del encuentro, no aprovechó las múltiples ocasiones creadas al margen de los goles y no supo jugar al contraataque.El dominio del Tenerife llegó a raíz del gol y otro pase en profundidad de Felipe que llegó a Hapal, quien cayó dentro del área cuando pugnaba con Larrainzar. La jugada fue interpretada como penalti por el colegiado y supuso el segundo tanto canario y el reencuentro de Pizzi con el gol en el Rodríguez López.

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Desde ese momento, el Tenerife desapareció del terreno de juego y fue el conjunto bilbaíno quien llevó la iniciativa. Esa presión pudo tener su fruto cuando Etxeberria se plantó solo ante Ojeda, quien le arrebató la pelota cuando se disponía a obtener el tanto del empate. Justo después, Valencia también le hizo una extraordinaria parada a Pizzi en lo que fue la única jugada de peligro que creó el Tenerife en el último cuarto de hora del primer tiempo.

El comienzo de la segunda parte transcurrió por los mismos derroteros que los primeros minutos del encuentro. El Tenerife controló el juego y el Athletic le ayudó con indecisiones defensivas. La primera de ellas, protagonizada por Valencia, le costó el tercer gol, obra de Pinilla, quien superó por alto la indecisa salida del guardameta vasco.

El juego entró, en un toma y daca entre ambos equipos hasta que, a 10 minutos del final, el Athletic se decidió a poner cerco a un rival que seguía sin responder a la contra. A falta de cinco minutos el equipo vasco logró acortar distancias en el marcador y en el minuto 89 una falta lanzada por Larrazábal llevó el balón hasta la línea de gol de Ojeda , donde dos jugadores rojiblancos no pudieron convertirlo en gol. Fue la ocasión perdida de un Athletic que no hizo grandes méritos para el empate.

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