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El Congreso mexicano aprueba la reforma de las pensiones

La Cámara de Diputados de México aprobó en la madrugada de ayer, tras un acalorado y eterno debate en el que no faltaron los insultos, la privatización parcial del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). La reforma salió adelante por 289 votos de los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que se enfrentaron en solitario a los 160 de diputados de los tres partidos de oposición que votaron en bloque.El punto central de la nueva ley consiste en la creación de sociedades privadas a las que los trabajadores podrán acudir para gestionar sus pensiones. No obstante, el recelo que levanta en México la privatización de cualquier organismo público forzó modificaciones a la iniciativa original.

El paso a manos privadas de amplios sectores de la otrora protegida economía mexicana continúa a marchas forzadas espoleado por la pavorosa crisis económica. La iniciativa de ley, propuesta por el presidente Ernesto Zedillo el pasado 1 de noviembre, establecía la creación de fondos privados para gestionar las contribuciones de los nueve millones de trabajadores afiliados al IMSS.

Pero las protestas sindicales condujeron a que los diputados del PRI introdujeran una modificación que mitiga ligeramente la profundidad de la privatización de un sector férreamente protegido por el Estado. El IMSS asumirá, tras el cambio, la recaudación de las cuotas y supervisará a las compañías privadas que manejarán unos fondos estimados en 4.000 millones de dólares (medio billón de pesetas) al año. En cualquier caso, la nueva legislación no entrará en vigor hasta 1997, pues antes habrá que elaborar otra ley reguladora de las sociedades privadas.

25 años de cotización

La reforma fue calificada de "retroceso criminal" por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) por considerar que "lesiona los derechos de los trabajadores". Los afiliados al IMSS deberán ahora cotizar al menos 25 años, en lugar de los 10 que se estipulaba anteriormente, para acceder a la pensión mínima que ronda los 500 pesos (unas 8.500 pesetas) mensuales. Sin embargo, para algunos analistas el vuelco es inelubible. En primer lugar porque se alega que el Estado, a causa de la evidente corrupción, no es el mejor administrador de estos recursos. Y en segundo término porque sin la reforma, el IMSS estaba al borde de la quiebra.Paradójicamente, el conservador Partido de Acción Nacional (PAN) votó en contra de la propuesta, pese a haber participado en la redacción del proyecto original, para hacer recaer sobre el PRI el coste político de la reforma. El proyecto de Ley debe pasar ahora al Senado, donde no se esperan serios obstáculos debido a la amplia mayoría de que goza el PRI en esta Cámara.

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