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Iberia aprobará una ampliación de capital de hasta 130.000 millones el 23 de diciembre

El consejo de administración de Iberia aprobó ayer una ampliación de capital de hasta 130.000 millones de pesetas en una reunión extraordinaria convocada ex profeso para esta cuestión. La ampliación será sometida a la decisión soberana de la junta general extraordinaria de accionistas, que se celebrará el próximo 23 de diciembre. El ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, utilizará en Bruselas esta decisión como el último órdago al comisario de Transportes, Neil Kinnock. Incluso, está dispuesto a llevarla a cabo aunque tenga que acudir a los tribunales.

La compañía aérea española Iberia ha entrado en el mes de diciembre sin haber despejado su futuro. La Comisión Europea mantiene la incertidumbre sobre la aprobación del plan de viabilidad de la empresa, que necesita de manera inmediata una inyección en sus recursos propios para poder sobrevivir. Ésa fue, precisamente, una de las razones que el consejo de administración de la compañía esgrimió para justificar la reunión extraordinaria que celebró ayer en Madrid. "La situación de la empresa exige aprobar la ampliación de capital antes del 31 de diciembre con el fin de evitar las consecuencias que tendría cerrar el ejercicio de 1995 con el actual desequilibrio financiero", dice el comunicado hecho público ayer por Iberia tras la reunión del consejo.En efecto, Iberia arrastra una situación patrimonial al límite, con unos recursos propios que rondan los 25.000 millones de pesetas cuando sus pérdidas previstas -incluidas las financieras- van a ser de 11.000 millones de pesetas. Es decir, de no mediar pronto una inyección de recursos, la empresa entraría en situación de quiebra.

"El desarrollo del plan de viabilidad, acordado con todos los sindicatos en noviembre y diciembre de 1994, no es posible sin la aportación de los recursos económicos previstos, a través de la reestructuración financiera precisa", matiza el comunicado de Iberia. Y prosigue: "Iberia no puede continuar con el deterioro de su actual situación financiera ni seguir soportando tensiones laborales, ante la lógica inquietud de los más de 23.000 trabajadores que integran la plantilla".

El punto de mira de esta ampliación de capital está puesto en Bruselas" donde la Comisión Europea sigue sin aprobar el último plan que Iberia presentó el pasado febrero. La última reunión que tuvo el ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, con el comisario de Transportes, Neil Kinnock, acabó sólo con palabras de compromiso por parte de éste, pero sin ningún compromiso como pretendía Eguiagaray.

Ahora, con la decisión adoptada ayer por el consejo de Iberia y que aprobará su junta de accionistas el día 23 (el grupo público Teneo controla el 99% del capital), Eguiagaray presionará de nuevo, ante la Comisión Europea. De no haber una respuesta positiva, Teneo está dispuesto a llevar a cabo la ampliación de capital en la cantidad que considere oportuna hasta los 130.000 millones de pesetas, aunque tenga que acabar ante el Tribunal de Luxemburgo. En el entorno español molesta que, mientras a unas empresas se les haya medido con un rasero (13% de rentabilidad) a Iberia se le mida con otro bien distinto, al exigírsele una rentabilidad mucho más alta. Según fuentes comunitarias, Kinnock baraja una cifra de alrededor de 80.000 millones de pesetas.

Fuentes del grupo han manifestado que, como mínimo, se aportarán 100.000 millones y que podrán añadirse cantidades importantes por la venta de Aerolíneas Argentinas, su filial Austral y la venezolana VIASA.

Mientras tanto, ayer comenzaron los contactos entre los dos mediadores nombrados por la compañía y el sindicato de pilotos, SEPLA, para alcanzar un acuerdo entre empresa y pilotos. El desacuerdo llevó a los pilotos a convocar y ejecutar varias jornadas de huelga.

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