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AUTOMOVILISMO - MUNDIAL DE RALLIES

Sainz-McRae, el título a una carta

Gran Bretaña se prepara piara el duelo fratricida entre los pilotos de Subaru

Carlos Sainz y Colin McRae velan armas. Sus Subaru Impreza azules, números 5 y 4 respectivamente, dormirán ya esta noche en el parque cerrado de Chester (Inglaterra) a la espera de que sus dueños los arranquen mañana para empezar la última batalla, la que pone en juego el Mundial. El español y el escocés, enemigos y a la vez compañeros, afrontan el RAC Rally empatados al frente de la clasificación del Mundial. Los dos tienen 70 puntos. Significa esto que se proclamará campeón del mundo quien esté delante del otro cuando acabe la prueba el miércoles. Sólo ellos tienen posibilidades.En la pelea fratricida jugará un papel fundamental la estrategia del equipo, que defiende también la opción de Subaru de conquistar el título mundial de marcas y asegurar así un doblete histórico para el más modesto de los fabricantes japoneses.

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Será difíil evitar las suspicacias. El cuadro es el siguiente: durante los próximos cuatro días, las pistas forestales británicas serán escenario de una lucha entre un piloto. español y otro británico, ambos encuadrados en un equipo también británico, con personal y dirección de esta nacionalidad, que defienden los intereses de una marca japonesa. El español ya ha anunciado que abandona el equipo, mientras que el escocés será el piloto número uno la próxima temporada.

La batalla llega en el peor momento para el bicampeón. Las dudas sobre su futuro, tras la sanción de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) a su nuevo equipo, Toyota, desvían su atención. Los que le conocen bien no le habían visto nunca tan descentrado.

Tampoco ayuda el precedente del último Rally Catalunya, con la polémica creada por las órdenes de equipo a favor del piloto español y el amago de rebelión del escocés. "No podemos temer una reacción contraria del público británico, confiamos en el fair-play", dijo Luis Moya entonces, pero pese a las palabras del copiloto de Sainz, nadie olvida que en 1994, en circunstancias parecidas, unos gamberros colocaron troncos a su paso.

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