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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Victoria, pero menos

LAS ELECCIONES legislativas celebradas el domingo en Croacia tenían un resultado previsible. El presidente Franjo Tudjman y su partido, Comunidad Democrática Croata (HDZ), las iban a ganar fácilmente cabalgando sobre la oleada de nacionalismo y triunfalismo que han desatado entre la población las últimas victorias en el campo de batalla contra los serbios. La Krajina ya está bajo soberanía de Zagreb, sus tropas avanzan por Bosnia occidental, y Croacia está a punto de lograr su integridad territorial tras años de derrotas.Y sin embargo, no le han salido las cosas todo lo bien que pensaba a Tudjman, una personalidad aquejada de una megalomanía tan bufa como peligrosa. Seguro estaba el ex oficial titoísta, historiador y gran timonel de los croatas, convencido de aunar las virtudes de Tito y las del rey medieval Zvonimir, de que lograría más de la mitad del voto emitido. Las victorias militares y sus paseos triunfales por las regiones reconquistadas habían fortalecido su impresión de que todos los buenos croatas están con él y que el resto eran traidores.

Los resultados de ayer demuestran que, una mayoría de los croatas no ha votado al partido de Tudjman, aunque su mayoría de -cerca del 44% le servirá para gobernar como hasta ahora, con casi dos tercios de los escaños. Este resultado, envidiable para cualquier líder democrático en condiciones normales, no lo es tanto para el caudillo croata. El HDZ no necesitaba recurrir a irregularidades en el recuento para lograr este resultado. Aunque sin duda puede ser considerado como tal el derecho a voto de los croatas en la diáspora, unos 300.000, de los cuales más de dos tercios son croatas de Bosnia-Herzegovina, votos ultranacionalistas en su mayoría y seguros para el HDZ.

La genuina popularidad de Tudjman entre las clases menos informadas y la población agraria, su omnipresencia en la televisión estatal, la escasez de medios de la oposición, tanto de la coalición liderada por el Partido Campesino como del Partido Liberal, explican sin problemas su victoria. Pero la coalición del Partido Campesino logró el 19%; los liberales, el 12%, y los socialdemócratas, casi un 10%, siempre según los resultados provisionales. Tudjman tendrá una oposición parlamentaria. Aunque aritméticamente pueda seguir gobernando sin más freno a su autoritarismo que las presiones de Estados Unidos y Alemania. Pero ya sabe que no representa a todos los croatas y, sobre todo, que su partido ha sido elegido para gobernar en Croacia y no en Bosnia. Seguro que habrá que recordárselo más de una vez. Como, habrá que recordarle que tiene que cambiar mucho su conducta si quiere lograr su segundo objetivo, tras el de la reconquista territorial: la integración plena en la Europa occidental, democrática y libre.

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