_
_
_
_

El pacto en Volkswagen mantiene la jornada semanal de 4 días pero se flexibilizará según la producción

El consorcio automovilístico alemán Volkswagen (VW) firmó en la madrugada de ayer en Hannover, tras una sesión negociadora maratoniana de 18 horas, un convenio colectivo con el sindicato IG Metall que prevé una subida del 4% de los salarios durante 19 meses a partir del próximo 1 de enero y la garantía de conservar los puestos de trabajo hasta fines de 1997 por lo menos.La jornada laboral en VW para los casi 100.000 asalariados del oeste de Alemania se mantendrá en cuatro días semanales, 28,8 horas, pero se introduce la posibilidad de flexibilizarla y llegar hasta 38,8 por necesidades de la producción. Uno de los puntos más controvertidos durante las negociaciones salariales, que se prolongaron durante seis semanas y provocaron varias huelgas de advertencia con pérdidas de 250 millones de marcos (21.250 millones de pesetas), ha sido el del trabajo de los sábados, que ha dejado de ser tabú. Se acordó la posibilidad de trabajar 12 sábados al año, según necesidades de la producción, con una prima de sólo un 30%, menor que el 50% que se pagaba hasta ahora.

Las reacciones a la firma del convenio han sido positivas, tanto entre los sindicalistas como la empresa, el Gobierno y en declaraciones aisladas de trabajadores. Se alaba en general la flexibilidad alcanzada, que permitirá a la dirección de VW regular la jornada laboral en función de las necesidades productivas. Al mismo tiempo se mantiene la vigencia de la jornada de cuatro días con la consiguiente pérdida de salario, pero a cambio los trabajadores han conseguido la garantía de que hasta fines de 1997 no habrá despidos. Una crónica de la agencia alemana DPA se pregunta qué ocurrirá en esa momento, cuando produzcan efecto las medidas racionalizadoras aplicadas por el directivo español de VW, José Ignacio López, que harían superfluos hasta 30.000 puestos de trabajo.

Esto resulta en estos momentos algo muy lejano y lo inmediato es el resultado logrado, cuando las posiciones se habían endurecido. El Acuerdo entre la empresa y los trabajadores tuvo una repercusión inmediata en la Bolsa, donde la acción del consorcio subió siete marcos en su cotización (unas 600 pesetas).

El ministro federal de Economía, el liberal Güntér Rexrodt, (FDP), calificó de "solución adecuada" el compromiso logrado y alabó de forma especial las posibilidades de flexibilidad que permite el nuevo convenio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_