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Solbes ofrece a Zabalza la presidencia del Tribunal de Competencia para cerrar cuatro meses de crisis

Pedro Solbes está dispuesto a acabar con el problema planteado en el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC), sin presidente desde abril. Economía ha pedido a Antonio Zabalza, actual director del Gabinete de la Presidencia, que sea el nuevo presidente del TDC, para cerrar una crisis muy seria en el Tribunal. El ex secretario de Estado de Hacienda se lo está pensan do, según algunas versiones, aunque "sin demasiado entusiasmo". El ministro, que madura un reforzamiento legal del TDC, quiere tener resuelto el caso para el Consejo de Ministros del próximo 4 de agosto.

El ministro de Economía intenta cerrar la crisis del Tribunal de Defensa de la Competencia con el ofrecimiento a Antonio Zabalza, actual director del Gabinete de la Presidencia y ex secretario de Estado de Hacienda, de la presidencia del Tribunal. El cargo está vacante desde abril de este año, cuando Miguel Ángel Fernández Ordóñez dejó el TDC para presidir la Comisión Nacional del Sistema Eléctrico. La falta de presidente, según las fuentes consultadas, está causando un grave deterioro en el ejercicio institucional del organismo.Según algunas versiones, si Antonio Zabalza está considerando la propuesta "aunque sin demasiado entusiasmo". Zabalza, por el contrario, expresó su disposición a ocuparla Secretaría de Estado de Economía cuando los rumores interministeriales apuntaban a una destitución inmediata de Alfredo Pastor, a raíz de la dimisión de Narcís Serra. Pero Pedro Solbes prefirió en su momento no modificar su equipo en un periodo de problemas políticos muy graves y la pretensión de de Zabalza ha caído en el vacío.

Otras versiones señalan que Antonio Zabalza habría rechazado ya la propuesta, quizá por el escaso rango normativo actual del organismo. El TDC, dicen, es un cargo público que no está remunerado con excesiva largueza. El caso es que se da por hecho que Zabalza dejará en breve de ser el director del Gabinete de la Presidencia, donde formaba parte de un equipo creado por y para el dimitido vicepresidente. Precisamente la dimisión de Narcís Serra priva al ex secretario de Estado de Hacienda de opciones profesionales.

En principio, la propuesta de Zabalza como presidente del TDC responde al perfil deseado por el ministro de Economía, Pedro Solbes, quien pretende que la presidencia del Instituto esté ocupada por un profesional con peso político, capaz de dotar de independencia y credibilidad a la institución. El presidente anterior, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aportó además gran fuerza doctrinal a los principios de competencia empresarial y es el inspirador de varias medidas importantes de liberalización.

Por el contrario, el secretario de Estado de Economía, Alfredo Pastor, es menos partidario de conferir importancia política al Instituto. Pastor era más partidario de reducir el perfil del presidente porque, en su opinión, tienen más relevancia en estos momentos las políticas encaminadas a estimular la formación de empresas y protegerlas que la aplicación de reglas de competencia.

De hecho, estas diferencias de enfoque en torno al papel político y económico que tiene que jugar el Tribunal son la causa más importante del retraso con que se está abordando el nombramiento de un nuevo presidente, que lleva camino de retrasarse cuatro meses. Varias fuentes han explicado que los nombres propuestos hasta la fecha por Pastor fueron rechazados tajantemente por Pedro Solbes, precisamente por carecer los nombres propuestos de "peso suficiente", en opinión del ministro.

El Tribunal de Defensa de la Competencia mantiene hasta ahora un nivel subordinado a la Dirección General de la Competencia (DGC), que es el organismo administrativo que controla los casos de actuación empresarial que atacan los principios del libre mercado. Tal como está diseñada actualmente la legislación, el TDC es un órgano al que se consulta sobre los casos que conoce la dirección general, pero la capacidad decisoria corresponde en todo momento a la DGC.

Otro modelo

En Economía se está madurando un cambio normativo que rompa el esquema descrito y refuerce la importancia del TDC. Tal cambio consistiría básicamente en independizar al Tribunal, conferirle tareas de dictamen sobre liberalización de mercados sectoriales (ahora un apéndice de su informe anual), como fundamento para los programas de reforma económica que se propongan. Además, se considera que el Tribunal debe entender las sanciones en los casos de ataque flagrante a las reglas del mercado.En este esquema, que pretende revitalizar el Tribunal, que en otros países está dirigido por políticos de mucho prestigio y de amplia carrera profesional, la DGC mantendría la función legisladora y de coordinación con el Gobierno.

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