El PP logra la presidencia de Asturias a causa de la división de la izquierda
El desacuerdo entre PSOE e Izquierda Unida convirtió ayer a Sergio Marqués, candidato del Partido Popular, en presidente del Principado de Asturias por mayoría simple y en segunda votación, con el exclusivo apoyo de los 21 diputados de su grupo. Marqués, que tomará posesión de su cargo la semana próxima, se convierte así en el primer presidente conservador de Asturias, una región emblemática para la izquierda y que desde la creación de la autonomía, en 1983, ha sido gobernada ininterrumpidamente por el partido socialista.
El candidato socialista, Antonio Trevín, que recibió los 17 votos de su grupo, no contó finalmente con el, apoyo de los seis diputados de IU, que se abstuvieron, al igual que el único parlamentario del Partiu Asturianista (Pas). El estatuto de autonomía de Asturias no permite el voto en contra de los candidatos propuestos.La elección del candidato popular Sergio Marqués como nuevo presidente del principado abre una nueva era en la vida POlítica regional. Su Gobierno no sólo será el primero de carácter conservador en la historia de la comunidad autónoma de Asturias, una región simbólica para el movimiento obrero y que se había convertido en las últimas legislaturas en el único bastión de la izquierda en la cornisa cantábrica, sino también el primero desde la creación de la autonomía, hace 12 años, que habrá (le dirigir los destinos de esta comunidad sin mayoría absoluta y sin apoyos parlamentarios que se la garanticen.
En este contexto, el presidente electo del Principado reiteró ayer, acompañado por sus seis futuros consejeros, su 9larnada a la responsabilidad" y a la "concordía", al tiempo que volvió a manifestar su disposición "permanente al diálogo, al encuentro y al consenso". Marqués, que deberá gobernar en minoría frente a una oposición de izquierdas hegemónica en la Cámara (PSOE e IU suman 23 escaños, la mayoría absoluta), anuncié que promoverá "compromisos institucionales" y que mantendrá una constante actitud de información al Parlamento, en la confianza de que "no se produzcan posiciones de obstrucción por la obstrucción".
Las dificultades que entraña el nuevo mapa político asturiano fueron puestas de manifiesto por todos los grupos. Celestino Suárez, portavoz del PSOE, anuncié que su partido "asumirá la responsabilidad de liderar la oposición a la política de derechas" del próximo Gobierno, "por considerarla traumática, regresiva e injusta". Gaspar Llamazares, de IU, dijo que si no ha sido posible converger con el PSOE para constituir una mayoría de izquierdas, su responsabilidad atañe a los socialistas por perseverar con un proyecto "fracasado social, económica y culturalmente". Opinó que la gobernabilidad debe ser una responsabilidad en primer lugar de quien gobierna, "aportando iniciativas y buscando coincidencias" sin perjuicio de que IU presentará sus propias propuestas.
Xuan Xosé Sánchez Vicente, del Pas, también advirtió sobre el peligro de que "no se apruebe ningún presupuesto en los próximos años". "La oposición", dijo, "también está obligada a buscar puntos de encuentro que eviten la ingobernabilidad".
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