Pujol se cree objeto de una campaña “indigna”
Jordí Pujol se siente objeto de una campaña "indigna" contra su persona. El presidente de la Generalitat hizo esta afirmación ayer, durante la toma de posesión del nuevo consejero de Política Territorial, Artur Mas, que sustituye al dimitido Jaume Roma, acusado de haber aceptado presuntamente favores de una empresa constructora. Pujol advirtió al nuevo consejero que, tras su nombramiento, "habrá mucha artillería" contra él: "Tu casa, y si tienes otra casa en cualquier otro sitio, será fotografiada del derecho y del revés; el portero, interrogado sobre cuándo entras y sales; buscarán quién ha puesto las plantas en tu balcón, si es que las tienes, y, en el registro, todo lo que puedas tener será mirado, remirado y registrado". "A mí mismo", añadió, "ya hace tiempo que me lo miraron y me lo fotografiaron todo sin encontrar nada".
"Ahora soy objeto de una campana que me atrevo a calificar de indigna", prosiguió Pujol en referencia a los rumores sobre supuestos problemas en su matrimonio o, por el contexto en que hablaba, a que se utiliza el caso Roma y otros anteriores para desprestigiarle. Luego, agregó: "Como no saben exactamente ajustar el tiro, hacen como los malos cazadores: disparan con perdigonada".
Roma, un ingenuo
No es la primera vez que Pujol se queja de que la prensa investigue presuntos casos de corrupción de sus políticos. El pasado miércoles criticó públicamente que se hubiera fotografiado el chalé de Roma objeto del escándalo que le ha llevado a la dimisión. Ayer criticó a "algunos medios" que no creen que deba darse tiempo a un acusado para defenderse. De Roma, presente en la ceremonia de relevo, dijo que cuando en el futuro explique lo que ha pasado la gente dirá que se fue injusto con él. De lo único que le responsabiliza Pujol es de haber sido ingenuo por no haberse dado cuenta de que no era conveniente mantener tratos privados con una empresa que trabajaba para la Administración.
Al hilo de lo sucedido con éste, Pujol pidió a sus consejeros que tengan en cuenta que "el servicio público es un gran honor y una gran responsabilidad porque las exigencias a sus servidores son muy grandes en un país que no es tan exigente consigo mismo".
