Ayunos y estampas del Sagrado Corazón
Unos 60 médicos del hospital Niño, Jesús de Madrid acordaron ayer en asamblea iniciar "un ayuno voluntario" durante los días de guardia en el servicio de urgencias del centro, en solidaridad con la huelga de hambre que mantiene desde el pasado jueves Tomás Epeldegui, jefe del servicio de traumatología "hasta que no prospere el buen juicio en las autoridades sanitarias"."Es cuando permanecernos más horas seguidas en el hospital", explica Pascual Martín-Gamero, portavoz del comité de huelga. "Si nos mantenemos bebiendo únicamente líquidos, no hay riesgo de que nos ocurra nada. Una hipoglucemia sería algo muy raro". El resto de los facultativos se han comprometido, además, a no pisar la cafetería del hospital para el desayuno y el tentempié de media mañana.
Tomás Epeldegui no se ha movido de su despacho del hospital desde el pasado jueves. Se mantiene a base de zumos, agua y suero y entretiene las horas muertas haciendo solitarios. Las noches las pasa en el cuartito de descanso de los residentes.
No ha perdido el buen ánimo, y su aspecto, con la bata de quirófano., no se ha desmejorado todavía. "Aunque he perdido ya algún kilo", dice. El pasado viernes entró incluso en el quirófano para extirpar un tumor. "Esto es algo que, a partir de ahora, ya no podré hacer. No quiero que nadie me acuse de una posible negligencia?", afirma.
El desfile de visitantes es continuo. "Estoy abrumado", confiesa. El sábado recibió la visita del presidente de la OMCI Vicente Fornés, que le prometió hablar con el presidente del Gobierno para encontrar una solución. "Nos congratulamos de tener médicos capaces de resaltar los principios éticos de nuestra profesión" afirma Fornés en una carta de solidaridad.
Los espontáneos tampoco faltan. Una paciente le ha enviado una estampa del Sagrado Corazón y con ella su bendición. Un médico de Murcia le ha llevado una caja de latas de zumo. Una señora entró ayer por la tarde y le espetó decidida: "Le he escuchado en el programa de Encarna y quiero decirle que le apoyo". "No pensé que despertaría tanta expectación", comenta él con su habitual seriedad.
