_
_
_
_
_
TENIS: ROLAND GARROS

Muster, indomable ante Kafelnikov

El austriaco llega a la final tras su 34ª victoria consecutiva en tierra batida

Por si alguien lo dudaba, Thomas Muster aprovechó la semifinal de Roland Garros ante el ruso Yevgeny Kafelnikov para demostrar que es indomable. Su victoria por 6-4, 6-0 y 6-4 -en 1 hora y 27 minutos- no sólo le sitúa en su primera final de un Grand Slam, sino que le permite igualar la última serie de victorias consecutivas de Bjorn Borg (acabó en 1980) en tierra batida: 34 triunfos. El sueco, sin embargo, había logrado una serie anterior de 44.Muster no modificó en nada sus esquemas habituales. Entró en la pista con la única estrategia de ganar todos los puntos y casi lo consigue. Lanzó bolas endiabladas a la derecha y a la izquierda del ruso, buscó siempre las líneas, corrió como un condenado y logró uno de los dos triunfos más cortos de los que lleva este año en París. Curiosamente, cuando menos ha sufrido ha sido ante los sus mejores rivales: Medvedev, en octavos de final, y Kafelnikov, en semifinales. Con ambos invirtió el mismo tiempo.

Más información
El campeón baja la cabeza

KafeInikov pareció rendirse antes de tiempo. Era la primera vez que subía tantos peldaños en uno de los cuatro grandes torneos. Antes se había encallado en los cuartos de final de este mismo año del Open de Australia, ante el norteamericano Andre Agassi.

Su falta de convicción podía estar fundamentada en el hecho de que llegó a Roland Garros habiendo perdido en la primera ronda de los últimos tres torneos que había disputado. Sus verdugos tenían poco peso: Sinner (45 mundial), Schaller (24) y Borroni (por encima de los 200 primeros). Pero también podía proceder de la aureola de desbordante éxito que envuelve a su rival de ayer, Muster.

¿Alguien podrá frenarle? Son los mismos jugadores quienes se hacen este planteamiento. Y no acaban de ver clara la respuesta. Muster sigue imbatido en tierra. Es ahí donde mejores resultados ha conseguido, es su superficie, la que le ha dado 27 de sus 28 títulos. Y se aferra a ella como una lapa.

"No es que salgas derrotado", explicó Kafelnikov. "Pensaba que iba a ganarme, pero que habría más lucha. Las cosas no funcionaron bien para mí. Me sentí como un ratón luchando contra un gran elefante".

El partido tuvo poca historia. Muster jugó mejor y aprovechó bien sus oportunidades. Dispuso de siete bolas de break en todo el partido y rompió en cinco ocasiones el saque del ruso. En cambio, Kafelnikov sólo obtuvo dos pelotas para hacer el break. Evidentemente, sirvió peor. Y esa circunstancia resultó también determinante.

"Creo que he logrado una buena combinación mental: estoy distendido y al mismo tiempo concentrado durante los partidos", confesó Muster. "No tengo miedo a cometer errores", agregó.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_