Granada estrena un Parque de las Ciencias
Los aficionados a la astronomía disponen desde hace pocos días, para observar el universo, de un telescopio profesional. El aparato, con un espejo de 75 centímetros de diámetro, ha sido cedido por el Instituto de Astrofísica de Andalucía al Parque de las Ciencias de Granada, inaugurado recientemente. Las observaciones astronómicas constituirán las actividades más peculiares del quinto parque científico abierto en España. En palabras de Ernesto Páramo, su director, se va a convertir, en una "ventana abierta al cielo" para los aficionados. El parque dispone, además, de toda un área, denominada Explora, apta para menores de siete años, además de otras, como Biosfera, Percepción y Eureka."Desgraciadamente, entre la gente común tiene más atractivo la astrología que la astronomía. El telescopio va a ser un buen elemento para que los que tengan curiosidad por los fenómenos naturales encuentren respuestas científicas y no magicas", prosigue. el director. El planetario óptico por su lado, es el primero de Andalucía.
La vida
Los responsables del parque pretenden que el de Granada destaque entre los restantes por su especialización en módulos dedicados a las ciencias del medio ambiente, destacando el área de Biosfera. Las ciencias de la vida y los temas ecológicos han obtenido un tratamiento innovador. Así, existen módulos dedicados a la civilización del desperdicio, a la capa de ozono o a la gestión medioambiental.
Uno de los ingenios más curiosos es el erosionómetro, compuesto por dos carriles en pendiente, uno protegido con una cubierta vegetal y otro sin ella. Al accionar un botón se desencadena una lluvia igual en las dos partes que, sin embargo, tiene unos efectos bien distintos en la zona que no cuenta con la alfombra vegetal.
El área Explora es una instalación, desde la misma puerta, muy pequeña, sólo tolerada para menores de siete años. "Los museos están abiertos teóricamente a todos los públicos. Pero en la realidad, hay razones físicas, como la estatura mínima de los usuarios, que dejan fuera a los más pequeños. Por eso, hemos creado todo un área, para que los niños de tres a siete años puedan tener una primera experiencia placentera de un museo de la ciencia", explica Páramo.
Explora cuenta con su propio planetario hinchable, de cuatro metros de diámetro. También tiene una serie de artilugios para experimentar cada uno de los sentidos, indagar en el entorno y conocer el interior de las máquinas.
Mariposas y energía "No queremos que el parque sea sólo un centro de visitas. Por eso contamos con aulas donde organizaremos cursos y ciclos sobre asuntos científicos", agrega Páramo. Pero, además, el parque de Granada es un parque en el sentido exacto del término: cuenta con 28.000 metros cuadrados de terreno libre para que, en una segunda fase, el visitante pueda pasear y, en el camino, encuentre diseminados módulos como los que, en el futuro, estarán dedicados a las mariposas, a la diversidad animal o a las depuradoras biológicas. Esos terrenos permitirán emprender ampliaciones dedicadas a nuevas áreas, como una sala de energías renovables.
Páramo está muy satisfecho de que el parque no funcione al margen de la ciudad y de que haya logrado aglutinar hasta ocho organismos e instituciones académicas y grupos económicos. La Universidad, por ejemplo, ha prestado un gran apoyo. El péndulo de Foucault y vanos módulos dedicados a la botánica han sido constituidos por profesores de Granada, mientras que entidades bancarias han costeado distintas áreas. "La banca más innovadora comprende que es bueno el mecenazgo de la cultura científica, aunque tradicionalmente se ha centrado en las ayudas al arte", comenta el, director del parque.
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