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BALONCESTO SEMIFINALES DE LA LIGA ACB

Sabonis aterriza en el Blaugrana

La actuación del lituano catapultó al Madrid frente al Barcelona

Robert Álvarez

Sabonis se apareció al Barcelona y el Madrid reconquistó las posiciones que había abandonado el pasado jueves sin honor. Aquella primera carga de la infantería azulgrana provocó la carrera despavorida de un ejército que no encontró parapeto. Sabonis había sido un espectro en el Blaugrana. Pero ayer aterrizó y puso del revés la eliminatoria semifinal. Sus 33 puntos, sus 15 rebotes y su liderazgo convirtieron al Madrid en otro equipo.El Barcelona hizo un leve amago de repetición del impecable, casi sublime trabajo que le otorgó su victoria más abultada de la historia sobre su eterno rival. Pero sólo se quedó en eso, en un espejismo provocado por su acierto en los tres primeros triples, su tesón por explotar -ayer a través de Middleton- las pocas lagunas que dejó el Madrid en defensa. Pero incluso entonces, cuando los azulgrana le devolvieron al Madrid el parcial (de 5-10 se pasó a 21-16) y obligaron a Obradovic a pedir el tiempo muerto, ya se había plasmado que las riendas del segundo acto de la semifinal las manejaba el Madrid. El técnico serbio prescindió de García Coll y situó en su lugar a Henry. Ordenó, además, que se emparejara con Crodwer y no con Xavi Fernández, que tantos problemas le había creado en el primer encuentro. El Barcelona, sin alas, no pudo volar. Su lanzamiento exterior perdió posibilidades de ser ejecutado y precisión. "

El Madrid se encomendó a su juego interior. Arlauckas, en el primer tiempo, y Sabonis le enmendaron la plana. El Barcelona tampoco encontró gasolina en su banquillo. El Madrid fue adueñándose del partido. Tras un pequeño bache (26-21), Sabonis le dio un aire ya categórico e intimidatorio a su discurso con un mate y un triple que pusieron, el 29-35 en el marcador.

La reanudación acentuó las diferencias. El Barcelona, encogido por una coriácea defensa del Madrid, empezó haciendo agua. Sólo Ferran alimentaba su marcador de vez en cuando. Mientras, Sabonis, al que empezaron a ayudar esporádicamente con lanzamientos lejanos sus compañeros de retaguardia, puso tierra de por medio: 40-51.

El Barcelona no estaba cómodo con el ritmo del partido. Antúnez había hecho mella con su marcaje a sol y sombra a Salva Díez. El Barcelona no pudo hacer siquiera un par de carreras con soltura. Siempre hubo un defensa madridista para detener la estampida. El Madrid, en cambio, calibró cada jugada, midió el tiempo, lo agotó no sin antes hacerlo coincidir con su fría resolución en ataque, casi siempre a manos de Sabonis.

Estaba tan predeterminado el curso de los acontecimientos que ya entonces, a 15 minutos del final, Aíto decidió incendiar el partido. Lo máximo que podía suceder era que sus naves, medio chamuscadas, acabaran por quemarse del todo. Pero también podía hacer que el fuego prendiera en las naves madridistas. Puso a dos bases manos a la obra y ordenó una presión defensiva por toda la pista. El partido se acercó a los límites de la paranoia y cayó en un estado catatónico. Un incidente con falta descalificadora de Henry lo llevó ya al terreno de las faltas continuas y las acciones desesperadas. El Madrid, pese a una deficiente puesta en escena de Martín y algunos errores en la conducción del balón, tuvo la virtud de mantener la sangre fría y el instinto asesino. No fue fácil. El Barça llegó a situarse a tres puntos (52-55) con nueve minutos por delante y a cuatro puntos (58-82) con seis minutos por consumir. Pero el Madrid se recompuso, le dio balones a Sabonis, su mano ejecutora, y explotó la extrema debilidad del rebote defensivo azulgrana. Ambos equipos saldaron su periplo inicial por el Blaugrana dejando constancia de su carácter camaleónico. El Barça apostó a lo grande y el Madrid corrigió y aumentó. Queda por saber quién va de farol.

Polémica arbitral

Mientras que los dos entrenadores, Aíto García Reneses y Zeljko Obradovic, se mostraron cautos a la hora de analizar el partido y el arbitraje, Salvador Alemany, responsable de la sección de baloncesto del Barcelona, afirmó: "El arbitraje ha sido oportunamente decisivo". Y añadió: "En el partido de Madrid no podemos tener un arbitraje peor. En los momentos en que pudimos remontar los árbitros nos cortaron".Aíto, en cambio, intentó serenar el crispado ambiente del Palau Blaugrana: "Es muy difícil pitar un partido como éste. Yo prefiero no hablar de los árbitros. No podemos estar todo el tiempo cargando las tintas sobre el arbitraje ni meterles más presión para los próximos partidos. Un mismo árbitro puede ser anticasero un día y casero al siguiente. Lo que quiero es un arbitraje perfecto en Madrid", concluyó.

Tanto Aíto como Obradovic coincidieron en que nada está decidido. "Hoy hemos defendido muy bien sobre Crowder y Fernández, y eso fue determinante", dijo el técnico del,Real Madrid. "Pero no creo que sea decisivo que los dos próximos partidos se jueguen en Madrid, porque puede ganar cualquiera de los dos equipos". Aíto, por su parte, opinó: "Parar a Sabonis es imposible; por tanto, debemos intentar reducir sus porcentajes".

El partido estuvo presidido por la tensión, sobre todo por los incidentes. ocurridos cuando Henry fue eliminado y se originó un rifirrafe en la pista. Varios miembros de la expedición madridista lamentaron también que el Barcelona no les hubiera hecho el pasillo de honor tras ganar la Liga Europea.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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