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EL 'CASO ROLDÁN'

El Gobierno garantiza que Roldán será juzgado por corrupción aunque los papeles de Laos sean falsos

El ex director de la Guardia Civil Luis Roldán será juzgado por corrupción, que no lo dude absolutamente nadie. Así de claro estuvo ayer el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, al finalizar el Consejo de Ministros. También lo estuvo cuando aseguró que el titular de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, cuenta con "el apoyo unánime, explícito y caluroso del Gobierno y del propio Felipe González". Rubalcaba resaltó que, a juicio del Ejecutivo, Belloch cumplió con su obligación al capturar a Roldán y dio respuesta positiva a la petición prioritaria que le hizo el presidente cuando le asignó también la cartera de Interior: el encarcelamiento del prófugo más buscado por la policía española.

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El Gobierno estaba ayer especialmente interesado en salir al paso de los intensos rumores de dimisión del ministro de Justicia e Interior por ocultar las condiciones en que se realizó la entrega de Roldán y por la probable falsedad de los documentos supuestamente remitidos por las autoridades de Laos. Belloch ni siquiera puso el cargo a disposición de Felipe González, aseguró Rubalcaba.Tanto como esto, el Gobierno estaba interesado en desmentir que el ex director de la Guardia Civil, al fin encarcelado, pudiera quedar en libertad por las circunstancias en que se produjo su detención. El jueves, representantes de asociaciones de magistrados sostenían que, si se demostraba que Roldán ha sido extraditado con engaño, podrían llegar a anularse los trámites judiciales. Este temor lo alimentaron las noticias procedentes de Laos -país en el que Roldán fue detenido- sobre la presunta falsedad de los documentos que garantizaban al fugitivo que sólo podría se juzgado por malversación y cohecho.

Este último extremo, el de la autencidad o no de los documentos, no lo pudo aclarar ayer Pérez Rubalcaba, pero el ministro insistió en que es imposible que Roldán pueda quedar libre de cargos, incluso aunque los papeles fuesen falsos. "El señor Roldán será juzgado por corrupción en España, que no lo dude nadie. No quedará impune", dijo. Pérez Rubalcaba añadió que Belloch sustenta esta afirmación en sus conocimientos como jurista y en sus consultas con los servicios jurídicos.

Ahí terminó el mensaje del Consejo de Ministros. Numerosas preguntas sobre las condiciones en que se realizó la detención del ex jefe de la Guardia Civil quedaron sin respuesta. Como por ejemplo: ¿El Gobierno sabe quién entregó a Roldán a los policías españoles? ¿El Gobierno tiene la certeza de que los documentos remitidos a Belloch fueron enviados desde algún edificio administrativo de Laos? Si como han asegurado funcionarios de este país, Roldán nunca estuvo allí, ¿dónde fue detenido y por quién? ¿Sabe el Gobierno cómo calificar la operación que permitió traerle a España?

Para el Gobierno, dijo Rubalcaba, no hay duda de que la operación contra Roldán fue "legal" y estrictamente policial, esto es, la prioridad de la detención del prófugo estaba por encima de los trámites diplomáticos. Es más. Recordó que el ministro de Exteriores, Javier Solana, permaneció al margen para garantizar el éxito de las actuaciones. policiales. "La preocupación fundamental de Belloch en toda la operación, y el verdadero riesgo, era que se frustrara y no se le detuviera".

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Pero no fue más allá. El portavoz del Gobierno dio a entender que ni el Consejo ni siquiera el propio ministro de Justicia e Interior conoce aún todos los detalles que rodearon tanto la detención como sus preliminares.

Desde luego, Belloch no lo explicó ayer a sus compañeros. Fuentes socialistas razonan que un ministro nunca podrá dar detalles de una operación de ese tipo, en la que presumiblemente han estado envueltas organizaciones policiales paralelas, de antiguos países del bloque comunista, y en la que han podido manejarse fondos reservados. "Algunas de esas incógnitas no se podrán despejar. Pero tampoco se despejan en los demás países dernocráticos"."Aznar está nervioso"

El ministro de la Presidencia criticó con dureza al presidente del PP, José María Aznar, porque poco antes de la reunión del Gabinete aventuró la inmediata dimisión de Belloch. "Aznar está nervioso y tengo la sensación de que no le gusta que Roldán esté en la cárcel". Es Aznar, añadió, quién debe pedir explicaciones a algunos de los dirigentes del PP que dijeron que Roldán estaba muerto o que el Gobierno no tenía interés en detenerle.Los reproches a los populares le vinieron también del presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Joaquín Almunia: "El PP critica una cosa y la contraria, que [Roldán] esté fugado y que se le detenga. Le da igual; su objetivo es arremeter contra el Gobierno". "A los socialistas nos preocuparía que Roldán estuviera libre por cuestiones de detalle; cómo se le ha detenido es irrelevante. Me da igual que los papeles sean falsos o verdaderos, el hecho cierto es que Roldán está en la cárcel. Lo que está ocurriendo es insólito", apostilló.

"El señor Roldán es auténtico"

Ante el cúmulo de sobresaltos y acontecimientos surrealistas de estos días había una pregunta que no podía faltar en el torrente que rebotó ayer sobre el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, al finalizar el Consejo de Ministros: ¿El señor que está en la cárcel de Brieva (Ávila) es el auténtico Luis Roldán, el fugado ex director de la Guardia Civil?Aunque parezca mentira, Rubalcaba agradeció la pregunta que irónicamente le formuló una periodista no sólo para asegurar que el señor que está en Avila es "el auténtico Luis Roldán". El aparente disparate le dio pie al ministro para recordar el cúmulo de dislates acumulados en los últimos diez meses en comentarios y tertulias sobre Roldán.

Rubalcaba hizo un preciso recuento sin citar autorías: "Primero se dijo que le habíamos dejado escapar; luego, que le habíamos matado; en tercer lugar, que sabíamos donde estaba, pero que no le queríamos traer; después, que habíamos pactado, y hoy, que le secuestramos". A renglón seguido, argumentó por qué había agradecido la pregunta: "No había apuntado la posibilidad de poner en duda si éste es el auténtico Roldán por no añadir una nueva infamia y por que no se pensara que frivolizaba".

La actitud de Rubalcaba, entre la perplejidad y la ironía, habita en casi todos los socialistas. "La semana de la decisión del Supremo en contra de pedir el suplicatorio a Alfonso Guerra y de la detención de Roldán debía ser la del éxito del Gobierno e, incomprensiblemente, nos han colocado otra vez a la defensiva", comentaba ayer en tono serio un ministro.

Un dirigente socialista después de escuchar que el presidente del PP, José María Aznar, pedía la dimisión de Belloch, sentenció: "Todo es muy lógico. Solicita la dimisión del ministro por haber capturado a Roldán".

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