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Scalfaro sigue sin encontrar una mayoría suficiente para superar la crisis

El presidente de la República de Italia, Oscar Luigi Scalfaro, seguía sin encontrar anoche una mayoría parlamentaria capaz de resolver la crisis en torno a un primer ministro. Tras entrevistarse por la mañana durante dos horas con Silvio Berlusconi, Scalfaro confirmó que éste no tiene los votos necesarios para volver al Parlamento y obtener la confianza, como pretende. Pero la oposición también se muestra incapaz de unirse en tomo a un candidato de consenso. Scalfaro se orientaba a promover, hoy mismo, un Gobierno sin Berlusconi. Sin embargo, cuando el jefe del Estado anunció, el miércoles, que ayer daría a conocer la solución de la crisis, cosa que no ocurrió, se sentía más bien inclinado a pedirle a Berlusconi que volviera al Parlamento y solicitara la confianza.Desde Forza Italia, Alianza Nacional (AN) y los demás partidos afines, se extendieron insistentes rumores de que muchos diputados de la Liga Norte, pero también del Partido Popular Italiano (PPI), no estaban dispuestos a seguir las consignas de voto de sus jefes. La división abierta en el movimiento lombardo entre el líder, Umberto Bossi, y su segundo, Roberto Maroni, fortalecía esas apreciaciones.

Pero bastó que los diarios de ayer filtraran una posible vuelta de Berlusconi al Parlamento para que las mociones de censura presentadas en diciembre en la Cámara registraran un nuevo acopio de firmas de apoyo hasta superar la mayoría necesaria de 316 votos. Este dato era una indicación definitiva para Scalfaro de que la vuelta de Berlusconi al Parlamento no tenía sentido, ya que no lograría ser aceptado.

Problema sin resolver

Así se eliminaba una de las opciones posibles, pero el problema no quedaba resuelto. Scalfaro teme indicar un primer ministro que luego no sea aceptado por el Parlamento, ya que esa circunstancia podría ser aprovechada por Berlusconi y sus afines para declararle deslegitimado.

A falta de otras alternativas, Berlusconi seguía intentando llegar a un acuerdo con el PPI para que los ex democristianos, con parte de la Liga, apoyaran un nuevo Gobierno suyo comprometido a reglamentar los intereses públicos y privados del primer ministro y a introducir el sistema electoral mayoriario con doble turno.

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El vacío era total a media tarde, cuando desde la Liga se lanzó la candidatura de Irene Pivetti, la presidenta de la Cámara, procedente del partido de Bossi, que podría unir a toda la Liga y a casi toda la oposición a Berlusconi. El entorno de Berlusconi reaccionó con espanto y con sarcasmo, ante esa propuesta que revelaba un ansia de victoria total de Bossi.

Poco después, el grupo de Berlusconi pidió otra cita urgente a Scalfaro con el objetivo presumible de evitar que este diera algún paso. La divisa italiana alcanzaba, entretanto, un nuevo y profundo mínimo histórico de 1.066 liras por marco.

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